–¿Podemos hablar en privado?– le preguntó ______ a Carl.El chico asintió y salió junto con ella afuera del remolque.
–¿Por qué estás aquí?– preguntó la joven en cuanto salieron.
–Por ti... Sé que me pediste que no viniera a buscarte, pero no pude soportar no verte en casa.
–Necesito que te vayas. Estoy bien aquí. Estoy con Maggie, con Enid y con Daryl– dijo ella.
–¿Qué es lo que quieres? ¿Disculpas? Está bien. Lo siento. ¿Es todo?
–No lo entiendes. No sabes lo mucho que me dolió que me echaras la culpa por lo que pasó. Y lo entiendo. Sí... es mi culpa. Y sí, tal vez si yo no hubiera llegado, Ron jamás te habría disparado. Pero no te pediré perdón– ______ miró a Carl seriamente– Ahora... ¿Puedes irte por favor?
–No... Me quedaré.
–¿Acaso tu papá quisiera llegar a casa y no verte ahí?
–No me iré sin ti– Carl se dió la vuelta y entró al remolque.
(...)
Al otro día, ______ salió del remolque sin haber visto a Carl ni a Maggie adentro.
Fue hacia Jesús y le habló.–Hola...– saludó con cara de confundida.
–Oh, hola, ______. ¿Pasa algo?– él no dejó de hacer lo que estaba haciendo.
–¿Has visto a Maggie?
–La vi ir adentro de la casa de Gregory con Carl– respondió.
–Gracias, Jesús– ella le sonrió y se despidió para ir a buscarla, quería seguir con las tareas.
Entró y no vió a nadie, ni siquiera al idiota de Gregory. Buscó por toda la casa.
–¿Maggie? ¿Maggie?– buscaba por cada habitación, pero nada. Decidió ir a la que estaba en el fondo del pasillo. Entró y vió que estaba oscuro– ¿Maggie?
Tan pronto como ella dijo el nombre de la mujer, sintió que alguien le cerraba la puerta detrás. Corrió para abrir antes de que cerraran con llave, pero no llegó. Empezó a dar golpes y empujones a la puerta para que le abrieran.
–¡Déjame salir!– pidió.
–No hasta que no se arreglen– se escuchó la voz de Maggie. ¿Arreglarse? ¿Con quién?
Escuchó unos pasos detrás de ella, se dió la vuelta y vió a Carl.
______ se dió cuenta de lo que trataba de hacer Maggie.–Maggie, déjame salir. No es gracioso– volvió a voltearse para pedir que le abriera.
No se escuchó nada del otro lado.
–Mierda... Estoy encerrada... contigo– ella se frustró– Y lo peor es que en esta habitación no hay ventanas.
–No te alteres...
–¿Que no me altere? Esto fue idea tuya, ¿no?– ella se acercó a él, algo enojada.
–Yo...– ______ no lo dejó terminar.
–Lo fue– se alejó y se sentó en el piso, apoyada en la puerta.
–Lo siento. No quería encerrarte. Fue idea de Maggie– Carl trataba de sonar amable.
–Ya no importa... Estaremos aquí por mucho tiempo, eso seguro– dijo sin mirarlo. Carl también se sentó, pero a unos metros de ella.
Estuvieron largos minutos en silencio, sin decir absolutamente nada.
El chico se paró y fue a ver adentro de unas cajas que estaban cerradas.–¿Por qué están cerradas?– preguntó.
–Maggie dice que son cosas que no le sirven de mucho a la comunidad, por eso no las abren– respondió.
Carl empezó a abrir una que era muy grande. Ahí adentro había un proyector de películas y unas películas en sí
El joven recordó enseguida la vez que ______ y él habían hecho una noche de películas. La vez que le había dicho por primera vez que le gustaba.–Qué recuerdos– dijo el chico soltando una pequeña risa.
–¿De qué?
–¿Recuerdas la vez en la prisión que te invité a ver una película?– él se volteó a verla.
–Cómo olvidarlo.
–Pues... Encontré un proyector de películas– Carl sonrió.
–A ver– ______ caminó hacia él para ver el proyector– Tal vez podríamos llevarnos el proyector a casa.
–¿A casa?– el chico se confundió.
–Digo... Si vuelvo– ella se corrigió en un tono más bajo.
–... Podríamos pedírselo a Maggie para que repitamos la película– volvió al tema Carl.
–Aún recuerdo esa vez. Fue uno de mis mejores días– ella tenía una luz en sus ojos al recordar eso.
–Éramos unos niños– el joven sonrió.
–Eras tan adorable... Y tratabas de hacerte el chico cool– bromeó la chica, recordando la era rebelde de Carl.
–¿No era cool?– preguntó él de una forma graciosa. ______ rió levemente. Carl solo se le quedó viendo.
–Extrañaba eso...– dijo. La joven paró de reír.
–¿Qué cosa?
–Tú sonrisa– la chica lo miró y sonrió otra vez, pero ahora era una sonrisa mucho más sincera.
–Carl, escucha... No quería hacer esto, pero... lo siento– él se confundió.
–¿Por qué lo sientes?
–Soy tan inmadura... Me fui de casa dejando mi hogar, dejando a Judith, todas mis cosas... a ti– lo miró apenada– Y tuviste razón ese día. Fue mi culpa que Ron te disparara y de verdad lo siento...
–No... No tienes que disculparte por eso. No fue tu culpa– Carl puso su mano en el hombro de ______.
–Pero tú dijiste...– el chico la interrumpió.
–No fue la verdad. Estaba enojado, y sé que no lo justifica. Pero el que tiene que pedir disculpas aquí, soy yo. Perdóname...– él la miraba con súplica.
–Claro que te perdono...– Carl no lo dudó y la abrazó. Necesitaba ese abrazo. Ambos lo necesitaban.
–Supongo que tengo que irme...– el joven se separó de ella.
–Nos iremos juntos. Quiero estar contigo– ______ ya no aguantaba más. Esa era la verdad. Quería estar con Carl.
Ella se le quedó mirando unos segundos y lo besó. Eso confundió al chico.
Se separaron luego de unos segundos.–¿Tú quieres...?
–Quiero que volvamos a lo de antes– ella lo miraba con amor– Claro... Si tú quieres.
–¿Lo preguntas? Obvio que quiero volver contigo– Carl la volvió a besar, pero alguien los interrumpió: Maggie.
–¿Ya se arreg...?– ella se detuvo al ver a los jóvenes besándose– Sí... Ya se arreglaron.
Carl le hizo una seña para que se fuera, ya que estaban en un momento romántico.
______ soltó una pequeña risa.–Bien, bien... Me voy– ella se fue y dejó nuevamente a los chicos solos.
–¿En dónde estábamos?– la volvió a mirar él.
–Ya es suficiente, Grimes– ella sonrió y le tomó la mano para salir de esa habitación.
Salieron de la casa y se encontraron con lo mismo que todos los días. La gente entrenando y aprendiendo a luchar. La gran batalla se acercaba y nadie podría detenerlos.
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