Era de noche. La mayoría estaba durmiendo.
Había un chica en especial que no dormía.
No podía dormir, casi nunca podía. La verdad es que, ¿quién podría dormir luego de todo lo que ella había vivido?
Miraba la parte de abajo de la cama de arriba del camarote. Habían algunos rayones y demás.
Pensaba en todo. Pensaba en Carl Grimes; el chico que se había robado su corazón. El chico que la hacía sentir especial y como si fuese la única persona en la tierra. El chico que últimamente la había estado evitando.
Suspiró por esto último.
Decidió levantarse aunque era de madrugada.
Se puso sus zapatos, tomó su arma y su linterna y salió al exterior de la cárcel.
No había nadie.
No había ningún sonido, ni siquiera el de los caminantes que estaban todo el día tratando de pasar. Solo era silencio.
Se sentó en el patio en donde se encontraba el comedor.
Estuvo un buen rato admirando la vista.
La luna se veía preciosa. Iluminaba todo el lugar.
Se durmió afuera. No abrió los ojos hasta que escuchó la voz de un hombre. Hershel.
–¡Hey! Despierta– le habló agachado.
–¿Qué pasa?– preguntó con algo de sueño.
–Estabas durmiendo... ¿Dormiste afuera toda la noche?– se preocupó él.
–Yo... Sí– se despertó más– Oh, mierda. Me quedé dormida.
–Al parecer sí. Esperemos que no te resfríes– sonrió él.
–¿Por qué sonríes?
–Me resulta gracioso que te hayas quedado dormida aquí. Es todo– se paró seguido de la chica.
–¿Todavía nadie despierta?– ella vió a todos lados buscando a alguien, pero no había nadie.
–No. Son las 5:30 de la mañana– el hombre miró hacia los caminantes que, al contrario que en la noche, hacían ruido.
–Anoche no emitían ningún sonido– se extrañó ______ mirando hacia la misma dirección que Hershel.
–Extraño, ¿no? Es como si durmieran– ahora también sonrió. Hershel se encontraba muy feliz esa mañana– Bueno. Tengo que ir a despertar a la gente. Nos vemos luego, ______.
–Adiós– se despidió ella y el hombre se alejó.
(...)
–Me tomó una foto– rodó los ojos Maggie mientras miraba a la chica.
–Qué tierno– le respondió ______ quien solo veía a la mujer.
–Le dije que la borrara.
–¿La borró?
–No– ______ rió y volteó hacia otro lado.
–Ustedes son muy cursis... Me gustaría tener alguna relación así alguna vez– la chica bajó la cabeza y se imaginó cómo sería.
–¿Qué hay de Carl? ¿Han hablado del tema?
–Algo así... Ayer le pedí que almorzáramos juntos per me dijo que estaría ocupado. Y luego Patrick me preguntó si quería almorzar con él y yo acepté, pero Carl nos vió y luego estuvo muy raro. Más raro de lo normal– le contó.
–Será que está... ¿celoso?– Maggie le dió una sonrisa coqueta a la chica.
–¿Celoso? Nah... ¿O si? No lo sé. ¿Crees que lo esté?– hablaba nerviosa. De inmediato se sonrojó.
–Es lógico. Mira: Carl y tú eran inseparables, pero luego llega Patrick y hablas más con él y se hacen amigos y hay algo de química– explicaba la mujer.
–Pero no me gusta Patrick. Me gusta Carl.
–Lo sé. Pero escucha: Carl que, evidentemente está enamorado de ti, los ve juntos y se pone celoso. Aquí es cuando empieza a mirar mal a Patrick y a enojarse contigo. ¿O no?
