–Para aquellos que quisieron como yo al obeso desgraciado, les diré unas palabras– se escuchaba la voz de Negan al otro lado del radio que trajo Jesús del Santuario– El gordo Joey no era un hijo de puta muy valiente, pero era leal. Tenía un gran sentido del humor. Es más, justo el otro día bromeamos sobre sexo oral con Lucille... Nada será igual ahora que murió. Sin el gordo Joey, el flaco Joey es solamente Joey. Así que es una maldita tragedia. Hagamos un minuto de silencio.
El auto en el que iba el grupo paró debido a que había un montón de vehículos tapando el camino de la carretera. No podían pasar.
–Buscan bloquear el camino– dijo Jesús, asomándose por la ventana del auto– Tienen que ser los Salvadores.
–Miren– llamó la atención del grupo Carl– Creo que aquella es su base.
–Sí, es esa– afirmó Jesús– Seguro intentan dificultar el acceso.
–Debemos seguir adelante– dijo Rick– Los quitaremos del medio y luego volveremos a ponerlos. Ni se enterarán de que estuvimos aquí.
Todos se bajaron. Algunos se subieron a los vehículos y los movieron, mientras que los demás vigilaban por si venía algún Salvador.
Michonne llamó a Rick para que viera algo. Él se le acercó y se dió cuenta de lo que hablaba la mujer.
Había bombas en un cable. Cualquier tipo de movimiento brusco, podía activarlas.
El grupo se acercó a ellas.
–¿Para qué es todo esto?– preguntó Michonne.
–Esperen– habló ______– Cuando Carl y yo nos escondimos en el camión, escuchamos a un par hablar sobre esto... Es para hordas.
–Para eso es el cable de acero– dijo Rosita– No es para un solo caminante. Es para muchos.
–Necesitamos estos explosivos– habló Sasha.
–Sí– afirmó Rick– Pero antes tenemos que ver cómo desactivarlos.
Rosita se agachó para abrir una tapa que estaba entre medio del césped a un lado del camino. Ahí estaban los cables a para activar las bombas. La mujer trató de desactivarlos con cuidado.
–Está bien– dijo Tara algo asustada para luego dar un paso atrás.
–Retroceder no cambiará nada si esto explota– le dijo Rosita.
–Tenemos una situación roja. Necesito un equipo de búsqueda– se volvió a escuchar la voz de Negan en la radio– Vean si Daryl huyó a su casa como el animal tonto que es.
–Enseguida– se escuchó a Simon ahora.
–Estén ahí para el almuerzo. Pongan patas para arriba ese pueblito dormido– les ordenó Negan.
–Debemos irnos. Debemos llegar antes que ellos, pero necesitamos estos– dijo Michonne, refiriéndose las bombas– Igual tenemos que abrirnos paso.
–¿Rosita?– le habló Rick.
La mujer trataba de desactivarlas. Sacó algo de aquellos cables y habló.
–La primera parte ya está– dijo con eso en la mano.
–¿Ahora qué?
–Hay que desenvolver los secundarios– respondió Rosita– Dinamita, grandes impulsadas por cohete. Que los revestimientos estén intactos, y no los toqueteen mucho. Aún podría explotar.
–Ya la escucharon. Vamos– les ordenó Rick.
El grupo comenzó a hacer todo lo que Espinosa había dicho.
