Capitulo 33

1.2K 129 11
                                    

Él.

El ascensor estaba averiado.

Estaba cansado, agotado, creo que es la palabra perfecta. Mi asistente no había ido hoy y tenía programado la filmación de un video. El manager de la banda no contestaba el teléfono y mi equipo de producción ya estaba listo. La cosa empeoró cuando mi maldito auto se quedó botado en medio de la carretera y vino uno a toda velocidad sacando volando el espejo lateral.

Pasé las manos por mi cabello cuando lo recordé.

Para colmar el vaso, tuve que subir nueve pisos ¡A pie! Joder, me sentía fatal.

Abrí la puerta del apartamento, me quedé un rato como piedra al ver a Isabella en medio de la sala con un bikini, un trípode y una cámara encima. Le daba la espalda a la maravillosa vista del balcón. El sol caía de una manera espectacular, pero eso no es lo que importa. Estaba en medio de mi jodida sala con Isabella semidesnuda y con unas ganas de tirar esa cámara por la ventana.

-Hola.- Dijo tomando la cámara entre sus manos y sentándose en el sillón.

-No puedes hacer eso aquí.- Le dije caminando y quitándole la cámara de las manos. Ella frunció el ceño.

Joder, Brooklyn llegaría en algún momento e iba a ver esta situación de mierda.

-¡Oye, devuélvemela!

Alcé el brazo y presioné mi mandíbula. Me tenía hasta la coronilla Isabella.

-No, por Dios, no puedes sólo venir a la sala y hacer eso. ¡No aquí!

-¡Aquí vivo! -Puso sus manos en sus caderas y apoyó su peso en un lado de su cuerpo. Tiré la cámara en el sillón y pasé las manos por mi cabello.

-¡Pues vete!

Estaba siendo un cretino pero ya, no la soportaba.

Abrió la boca y parpadeó un par de veces.

-Ya te dije que aún no me voy a ir. Además no sé qué quieres que haga. Estoy aquí en bikini y pues...

Hundí mi rostro.

-¿Estás jodiéndome?

Rodó los ojos y suspiró con una sonrisa de oreja a oreja.

-Vamos, Justin. Tú sabes...

-¡No! ¡No sé nada! ¡¿Qué demonios te sucede?! ¡Ella es tu hermana!

-¡¿Y qué?!

Alzó los brazos y levantó la barbilla acercándose. Retrocedí. Sus ojos echaban fuego. Era una maniática.

-¡No pareció molestarte cuando estabas frotándote conmigo aquella vez, idiota!

Abrí la boca. Había sido un error. Un maldito error y siempre lo supe. Ella sabe lo que hace y lo hace sólo por joderme la paciencia. Isabella se mostraba totalmente diferente cuando Brooke estaba cerca. Para mí debería ir donde un jodido psiquiatra.

-Estás loca. Primero eso, luego lo de Chaz... ¡Le dijiste que te habías acostado conmigo! -Le grité en la cara pero ella no se movió. Parecía molesta.

No más que yo. No, yo estaba furioso.

-¡Chaz es un idiota tan crédulo! Él se lo ha buscado... ¡Él me empujó hasta el extremo!

Pasé mis manos por mi cabeza una vez más, desesperado. ¿Qué tiene en la cabeza? ¿Por qué hace todo esto?

-¿Qué hay de Michael? Si no le dices la verdad a Brooklyn cuanto antes lo haré yo, y me importa una mierda lo que tú puedas hacer.

FlecharteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora