Capitulo 28

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Ella.

Mi cuerpo se relajó notablemente después de lo que pasó con Justin. Ya echaba de menos todas esas sensaciones. ¿Siempre iba a ser así con él? Probablemente sí. Pude liberarme y soltar todo lo que tenía dentro con él. Le he hablado de mi madre, de Max, y todo lo que he estado guardando. Y se sintió jodidamente bien. Confío en él, y él en mí. No solo lo digo por que pasamos tiempo juntos sino porque me contó sobre Emily. Vaya estúpida chica. No creo que alguien tenga problema con enamorarse de Justin. ¿No lo han visto? Siempre tan atento. Puede hacerte reír con tan solo un gesto tonto. Tan guapo. Tan ingenuo a veces, y ¿Han visto cuando pone cara de niño? Ella se lo pierde.

Tres horas pasaron hasta que llegamos a Nuevo México. Conseguimos un lugar donde quedarno en la autopista, no era para nada bonito. Ni siquiera se acercaba a decente. Pero Justin insistió en que nos quedáramos ahí porque movernos más allá sería peligroso. Total, era por unas horas, solo el tiempo que necesitáramos para dormir, ducharnos y comer algo -pero definitivamente no comería en ese lugar-

-No entiendo como lograste convencerme de quedarnos aquí -dije mirando la enorme tubería que sobresalía del techo con asco. Esto era demasiado. Claro que por veinte dólares la noche, incluyendo agua caliente y cable no podía pedir nada más.

Justin se quitó la camiseta y la puso en algún lugar de la habitación. -Solo necesitamos una cama para dormir. No es para tanto -dijo con diversión mientras se acercaba y plantaba un beso en mis labios.- Estamos cerca de las cuatro de la mañana y muero de sueño ¿Te molestaría si vamos a dormir de una vez?

Suspiré pesadamente. Traté de alejar todo tipo de pensamientos como que tipo de personas habrían dormido en esa cama o si alguna vez habían lavado las sábanas. Justin se recostó y tomó las colchas para ponerlas sobre su cuerpo. Seguro estaba muy cansado. ¿Y cómo no? Seguí sus movimientos y me recosté a su lado.

-Buenas noches, cariño. -susurró cerca de mi oreja. Cuando sentí que sus brazos rodearon mi cintura y puso su hombro sobre el mío cerré los ojos y pude dormir.

***

Abrí los ojos lentamente mientras bostezaba, estiré mi mano a mi lado izquierdo y sentí como el pecho de Justin subía y bajaba con tranquilidad. Me giré para ver sus ojos cerrados y su boca entreabierta. Pasé delicadamente mis dedos por su frente sin intención de querer despertarlo pero fue inútil. Saqué mis dedos rápidamente y mordí mi labio. Justin soltó un gruñido y talló sus ojos con fuerza.

-Lo siento -susurré.

No contestó. En lugar de eso: Me pegó más a su cuerpo y depositó un beso en mi hombro.

-Buenos días -dijo con voz somnolienta.

-Hola -sonreí.

Miré al antiguo reloj que estaba en la pared y marcaban más de medio día. Quité las sábanas rápidamente y fui directo al baño. Saqué mi maleta y puse todo lo que sería útil sobre el lavabo. Ignoré todo lo que estaba a mi alrededor y me limité a tomar una ducha rápida. Salí, me vestí y peiné como era de costumbre. Justin no estaba en la habitación, lo que hizo que frunciera el ceño. Pero unos minutos después regresó con unas bolsas en las manos.

-Brooke, la recepcionista es muy amigable -dijo divertido- No sé cómo no te agrada.

Rodé los ojos y golpeé su hombro.- Date una ducha, hombre sociable. Tenemos que darnos prisa.

Di un rápido beso en sus labios y él me abrazó por la cintura impidiendo que me moviera. Bajó sus manos por mi trasero y me dio un apretón haciendo que me sobresaltara -Sé que acabas de ducharte, pero...

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