Él.
Había pasado un tiempo desde la propuesta que le hice la propuesta a Brooke. Tres meses para ser exacto. Pero aún puedo recordar cada movimiento, sensación y emoción de ese momento. Obviamente estaba asustado desde que compré el anillo. Quería que sea perfecto, el dinero no importo en ese momento, nada importaba además de mis intenciones. Me pasé casi una hora y media en esa joyería. Quería que fuera perfecto. Me explicaron sobre el tipo de diamante, oro y ese tipo de cosas, pero la verdad, solo quería algo representativo. Así que opté por una anillo de oro blanco un diamante no tan pequeño, se acomodaba perfecto a mis expectativas. Era sencillo y precioso, elegante pero para nada presuntuoso. Justo como ella.
¿Que cómo llegué a la conclusión de que era tiempo de casarme con ella?
Pues, como todo lo demás era más que obvio que mi vida había cambiado. No había importancia en la edad, ni en ese "Demonios, soy tan joven para esto ¿Cómo sé que no terminaré arrepintiéndome?" Ni en el "No estoy seguro de querer compartir mi vida con ella". Dios, claro que lo estaba. Estaba seguro que la amaba mucho más de lo que he amado algo en mi vida. Que cubre cada sentimiento en mi cuerpo. Que con ella soy mejor y me muero por esas sonrisa que hacen que mi cabeza de miles de vueltas y vueltas.
Entonces, llegué a la conclusión de que podría proponérselo. Que como yo, estaba enamorada. Y fue así. Aunque al comienzo me temblaba todo y mi corazón palpitaba a mil por segundo, tal vez dentro sentía que podría estar apresurado las cosas. Y Dios, que alivio y alegría sentí al escuchar ese "Para toda la vida" que se repite una y otra vez en mi cabeza.
No había pensado en ese tipo de cosas hasta que me di cuenta que no quiero a otra mujer en mi vida que no sea Brooklyn Morgan. Que un "te amo" o una canción no demuestra todo lo que siento por ella. Ni siquiera un gesto bonito. Es algo que podría describir como increíble.
Ahora, Ryan está del otro lado de la habitación hablando con Payton de algo que realmente no he estado prestando atención. Solo lo veo a través del espejo, me mira de reojo y sonríe como si tramara algo, entonces cuelga.
-¿Qué? -Le digo con el ceño fruncido.
-Oh, nada. -vuelve a sonreír y ya sé lo que está pensando.
-No me digas que....
- Sí, hombre, sí te digo. - Se acercó a mi lado y palmeo mi hombro.-Mañana te casas, te lo mereces. Además ¿Qué clase de amigos seríamos?
-Diablos, solo espero que no se salga de control. Dime que Chris y Chaz no intervendrán en esto. -Negué con la cabeza.
-Justin, relájate. -sonrió.- Es solo una despedida de soltero.
Asiento y me tumbo en la cama. Miro hacia mi derecha, el traje esta colgado y los zapatos debajo. Ryan me mira.
-¿Estas asustado?
-Hasta los huevos.-Le respondo con gracia. Se ríe.
-¿Asustado inseguro o asustado ansioso?
-Ansioso -paso la lengua por mis labios. Ryan se tumba a mi lado t comienza a jugar con la almohada.
-Eso es bueno. -me dice.- Solo puedo decirte que ahora es una gran responsabilidad. -Me mira de reojo.- Compartir una casa, hacer las compras, tener ciertos días para cenar juntos, a veces soportar su animo de los mil demonios, acostumbrarte a decir: "Hola, te presento a mi esposa" Sonará raro pero sabes que es lo quieres.
Suspiro.
-No es tan malo. -Comienza a reírse. -Solo no olvides las fechas importantes y dile que todo lo que cocine está delicioso, aunque parezca cartón mojado.
