Ella.
Estaba sentada en la sala de espera, el señor Lynn me había llamado diciéndome que todo estaba saliendo muy bien, y no puede estar más feliz por ellos. Cinthia habló conmigo y se disculpó por haberme tratado así, y bueno... no puedo culparla fue el calor del momento y ¿Quién no reaccionaría así? De mis abuelos no sé nada, Bruce dijo que había hablado con el abuelo, él estaba Las Vegas, mejor dicho, no se había movido de ahí, mientras que no sabíamos el paradero de mi abuela. Se ha ido, sabe muy bien lo que ha hecho, pero no le importa. Suspiré pesadamente cuando vi la puerta abrirse, Samantha Lynn estaba mejor. Me saludó con un beso y sonriendo, luego me dio las gracias por todo lo que había hecho, dijo que no era igual que ella. Y me pareció genial. Ha trabajado ahí por más de diez años ¿Pueden creerlo? Le ofrecí trabajo al señor Lynn en Morgan's y aceptó gustoso. "Eres un ángel" dijo Samantha.
Claro, un ángel.
Han pasado casi dos semanas desde que todo pasó, y demonios, ha sido difícil. Quiero a Justin conmigo, pero algo me dice que lo mejor es mantenerme alejada, que solo le hago daño. Y es verdad, solo he sabido herirlo. Todas estas cosas suenan tan raras viniendo de mí, pero creo que puedo con ello. Mi vida no ha sido nada fácil y según la doctora Sánchez -mi psicóloga. Si, yo misma me obligué a ir- dice que siempre he estado a la defensiva, evitando sentimientos para que no puedan lastimarme.
Y cuánta razón tiene.
Estos últimos días Max y Karen han estado acompañándome. Ella es genial, veo porqué Max la ama. Hemos estado saliendo un poco y estando en casa viendo películas o cenando. El le pidió matrimonio hace dos días, y Karen casi salta por la ventana de la emoción. También estoy feliz por ambos, merecen ser felices.
Todos merecemos ser felices, y es lo que estoy tratando de hacer yo. Quiero ser feliz, y Justin esta en mis planes.