Él.
Nos acercamos a despedirnos de todos, yo aún tenía mi brazo sobre sus hombros, no veía nada de malo en hacer eso, siempre lo hacía, con cualquier persona. Jack me miró estrechando los ojos y susurró cerca de mi oído.
-¿Qué carajo estás haciendo? ¿No estás saliendo con Payton?
-Por Dios, es sola una amiga-negué con la cabeza y fruncí el ceño alejándome.
Otra vez puse mi brazo sobre los hombros de Brooke y ella me miró con curiosidad.
-¿Qué pasó?
-Nada, no te preocupes.
Sonreí.
No estaba mal que hiciera esto. Quiero decir, no hay nada entre nosotros, somos amigos y recién estamos comenzando a conocernos. Le abrí la puerta del auto para que pensara que no soy tan mal tipo después de todo. Se veía emocionada. No lo podía ocultar. ¿Saben lo que pienso de ella?
Que no se divierte lo suficiente. Que está tan metida en su trabajo que no sale lo suficiente. Que es muy terca para dejarse ayudar.
Cuando llegamos al cine, la dejé escoger la película. Tardó unos diez minutos en decidirse, luego dijo "La que tú quieras" Escogimos una comedia romántica. ¿Ya había dicho que tenía la sonrisa más hermosa? También tenía esa risita tan peculiar. Ella apoyó su cabeza en mi hombro y pude oler su cabello. Olía como a vainilla. Y de pronto me di cuenta de lo aterrador que estaba siendo. No soy la clase de chico-huele-cabellos-y-suspira.
Cuando salimos de la sala ella aún estaba riendo. Tomó mi brazo y lo entrelazó con el suyo. Caminamos casi zigzagueando.
-¿Te divertiste?
-¡Por supuesto! -sonrió- Gracias.
-No pasa nada -sonreí.
-Tenía diecinueve la última vez que vine al cine.
¡Que!
-Oh... -rasqué mi nuca- ¿Por qué?
Elevó los hombros.
-No tengo idea. Nunca se dio la oportunidad.
-¿No uh...-¿Si le preguntaba si tenía amigos sería muy grosero o algo?- Tenías... ya sabes...
-No tengo amigos.
Dijo seria. Ninguna emoción. No tristeza. Nada.
¿Por qué? Ella era algo especial pero ¿Por qué no tenía amigos?
-De hecho, tú eres mi primer amigo de verdad, supongo -elevó los hombros.
Pasé saliva, fruncí el ceño y tomé su cara en mis manos.
-Claro que sí -sonreí- ¿Te sientes bien? -le pregunté.
-Si ¿Por qué debería de sentirme mal? -negó con la cabeza.
Guau.
-No lo sé, supongo que...-ladeé mi cabeza.
-¿Quieres cenar? -preguntó.- Podemos hacer algo en mi casa.
¿En su qué? Respira. Respira. Respira. ¿Ella quería que vaya a su casa? Oh, nena, no sabes en lo que te estás metiendo.
-Claro.
Subimos a mi auto y conducimos hasta su casa. Todo el camino se quejó por la música, así que solo subí el volumen para molestarla. Ya estaba algo irritada y me gustaba verla toda gruñona. No entendía. ¿Cómo no se sentía sola? A ella no le importaba. Creo que le gusta tener su espacio, pero ¿Por qué no tiene amigos? No es tan difícil como parece.