Ella.
Justin se ha ido a estudio y yo acabo de regresar de recoger unos documentos para renovar mi licencia de conducir. Había comenzado a sentir un fuerte vértigo cuando subía las escaleras y apenas regresé me recosté en la cama después de tomar una pastilla.
Terminé de ducharme y envolví mi cuerpo en una toalla fucsia al igual que mi cabello. Mi mente comenzó a dar vueltas y sentí un pinchazo en el vientre. Me agarré del lavadero para no caerme. Otro pinchazo, pero esta vez más fuerte. Las lágrimas se acumularon en mis ojos y me caí golpeándome el trasero con el piso. Posé mis manos en mi espalda y traté de levantarme. Dios ¿Qué me está pasando? Al querer levantarme sentí como un líquido caliente se deslizaba por mis muslos. Bajé la mirada y miré mis piernas llenas de sangre horrorizada. Comencé a llorar y me arrastré por el baño, mis rodillas estaban llenas de sangre y todo me daba vueltas. Lo primero que se me vino a la mente fue llamar a Justin, pero no quería que me viera así. Me sentiría avergonzada y el se pondría mal. Llame al 911 sin pensar un segundo más. Les dije que estaba sangrando mucho y que no podía respirar. Nuevamente otro pinchazo, esta vez más fuerte me atacó y ahí vi el charco de sangre agrandarse y mi consciencia perdida.
Tengo unos recuerdos. Yo en la ambulancia. Una señora sosteniendo mi mano fuerte y diciéndome palabras suaves. Pero durante todo este tiempo no dejaba de pensar. Y llegué a una conclusión; que sí estaba embaraza. Lo sospechaba. Tenía más de un mes de atraso, pero no me preocupé más porque mi periodo era irregular. Eso fue antes de caer nuevamente inconsciente en la camilla y escuchar las palabras tranquilizantes del doctor.
"-¿Me oyes?.- asentí con la cabeza- Cariño, estás tendiendo un aborto. No puedes seguir moviéndote así. Respira hondo. Respira hondo. ¡Llévenla a la sala de operaciones!"
Abrí los ojos lentamente. Mis ojos van directamente a un punto fijo de la habitación. La esquina, es blanca y tiene cerca un cuadro de la silueta de una mujer sosteniendo su vientre entre sus manos. Siento mi vista nublarse y mis mejillas humedecerse. Cierro los ojos. No podía quitarme de la
cabeza todo lo que pasó. Sabía lo que había pasado. Me dijeron que iban a revisarme para ver si había "quedado algún rastro del bebé" o si tenía alguna infección por la pérdida de sangre. Y quería morir. Desaparecer. Ese bebé no esta aquí por mi culpa. Por mi maldito descuido.Sentí mi mano ser presionada. Ví a Justin mirarme. Sus ojos estaban aguados y rojos, hinchados. Veía decepción en su mirada y culpa en mi alma. Sentía una ganas tremendas de disculparme con él. Le dije que lo sospechaba pero no hice nada para verificarlo. Me dolía el pecho y sentía que me dolía el estómago, como náuseas. Negó con la cabeza y se acercó a mí. Me abrazó y lo empujé con la poca fuerza que me quedaba. Jamás me iba a perdonar lo que he hecho. Ha sido mi culpa y ni él ni nadie puede borrar lo que siento. Me dijo que no era mi culpa. Pero ¿Qué demonios sabía él? Me maldije mil veces en mi mente y le dije que se fuera. No podía verlo a la cara. Estaba destrozada y sentía como poco a poco mi mundo se deshacía.
***
Yo sabía lo que estaba haciendo. Y con toda esta actitud solo lograba alejar a Justin de mí. Me la había pasado sin ver a nadie, excepto a mi papá que había llegado de San Francisco. Lloré por horas y horas en el pecho de Justin, y como si fuese una toallita desechable, le pedía que se fuera de mi lado. No entendía como podía seguir a mi lado después de todo lo que he hecho.
El primer día que pasé en casa luego de estar en el hospital, fue una tortura, no logré dormir en toda la noche. En el hospital no era así, me daban tranquilizantes y lograba descansar lo necesario.
El teléfono sonaba y sentía gente en la sala. Justin no tenía que venir y decirme que tenía visita, ya lo sabía, y él sabía que no podría recibir a nadie y ver su cara de lástima. De "Siento mucho que hayas perdido a tu bebé" No lo soportaría. Tenía constantemente ataques de ansiedad. Lloraba e hipaba sin parar por horas y él estaba conmigo.