"Los opuestos se atraen"
-Primer libro-
INFIDELIDAD: Una palabra que muchos ya escucharon, un echo que ya algunos vivieron y que les rompió el corazón, aquellos que no conocen ese sentimiento, desean jamás sentirlo, porque deja una cicatriz que casi...
¿Qué tan fácil se puede cortar el fino hilo que sostiene la cordura de una persona? ¿Cuál sería un motivo suficiente para volver loco a alguien? ¿Amor, fama,venganza, dinero o poder?
Quizás la respuesta correcta es todas, todas aquellas sensaciones son suficientes para que la ira en un persona lo lleve a locura, a perder la mente de tal manera que no pueda ni siquiera reconocerse a si mismo, incluso que lo lleve a arruinar su vida a una edad temprana
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Gordon miraba el agua de su piscina, sus ojos perdidos en las pequeñas olas que se formaban, su corazón estaba roto, si, tenía corazón, uno que Kendall gobernaba sin saberlo, uno que ella misma había destrozado
Gordon la había conocído porque Reynaldo se la presentó, sabía que no podía fijarse en ella ¡Era la novia de su mejor amigo! Pero fue inevitable, ella era tan hermosa como una sirena, un hada, una diosa, una vampiresa seductora y podría seguir comparándola con más ejemplos durante más tiempo, ella era tan dulce con el, tan amable, sus sonris iluminaba los días negros del chico, el millonario se enamoró de ella, sin poder evitarlo, sin poder imaginarlo
Ella era todo su universo
¿Y que si era novia de Reynaldo? Eran unos niños y las parejas a esa edad no eran nada serio, siempre terminaban ¿Y qué si ella cometía un desliz? ¿Y que si ella y Gordon compartían algunos besos locos? Lastima que todos esos besos solo existieron en la mente del millonario que poco a poco comenzó a fracturarse hasta que el rechazo de la chica aquella tarde en el salón de clases hizo que la mente del muchacho creara a un monstruo
Un monstruo que solo quería el amor de su doncella, ela era la bella y ella era la bestia. La bestia a la que se le acabó el tiempo en cuanto cayó el último pétalo.
— Joven Gordon — La sirvienta de la casa se le acercó con una sonrisa
— ¿Qué?
— La cena está lista
Dorothy era una anciana muy amable, cariñosa que lo había cuidado desde niño, ella había sido más madre que su propia madre, por eso le dolía ver a Gordon ser el desgraciado que era, a Dorothy le dolía mucho.
— ¿Mi mamá cenará conmigo?
— Sí — El chico asintió y levantó la mano indicándole que se fuera
Cuando quedó solo, espero unos segundos antes de levantarse y caminar por la orilla de la piscina, dejando que el sol de la tarde relajara su cuerpo, quizás había sido una buena opción no haber ido a clases ese día De todas formas no podría ver a Kendall o a Kick
Kick...
Kendall rechazó a Gordon, no quería serle infiel a Reynaldo ¿Pero si le fue infiel con Kick? Cuánta hipocresía..
Sus manos se cerraron en un puño antes de entrar a la casa, Nadie, ni siquiera el mismo Gordon Gibble lo sabía pero en el momento en el que se enteró que la rubia de sus sueños, la única a la que había amado por años estaba con Kick...un psicópata había surgido
