Narrador/a:
Kendall abrió los ojos al escuchar el llanto de un bebe, la enfermera limpió el rastro de sangre que había quedado en ese pequeño cuerpo para luego, envuelta en sabanas, entregarlo a su madre quien miraba con una sonrisa llena de amor e ilusion, la rubia tomo a su bebé en brazos con las manos temblorosas debido a la perdida de fuerza pero tambien a los miedos, aún así, miró detenidamente a la pequeña quien comenzaba a calmarse en brazos de su madre..
Era tan pequeña, tan bonita, Kendall no pudo evitar derramar lagrimas mientras con su pulgar acariciaba lentamente la mejilla, luego, miró a su lado viendo a Kick quien no se preocupaba por ocultar sus lagrimas y su sonrisa mientras sus ojos eran posados solamente en su bebé que habia nacido, el brillo en su mirar la hicieron soltar una risa encantadora.
— Kick — Llamó — Amor, tomala..
— ¿Qué? — El acrobata la miró con miedo — ¿Pero y si se me cae?
— Yo tambien soy nueva en ésto recuerda — Tomó la mano del acrobata para que se acercase — Pero tendremos que a prender, por ella.
Kick miro esa escena, la mujer que amaba con el nuevo amor de su vida en brazos, sus dos mas grandes tesoros, sus dos mas grandes sueños hechos realidad, ver a la rubia sosteniendo a su bebé mientras sonreía era la imagen mas hermosa que cualquiera pudiera ver en su vida.
Con miedos, tomó a su hija en brazos mientras Kendall se recostaba mejor en la camilla, viendo a su novio con la pequeña, el acrobata encontró la forma de sostenerla correctamente dandole la oportunidad de verla a más detalle, su piel era clara como la de Kendall, suave y lisa dandole un aspecto parecido a una muñeca, sus labios eran medianamente gruesos pero se podia notar como el superior tenia la forma de un corazón.
Lo que más sorprendió a Kick es que la bebe, despues de realizar muecas y quejidos, abrió sus ojos por primera vez, lo hizo de manera sutil, casi parecía que aún los tenía cerrados y a pesar de que fué por unos cortos segundos el acrobata pudo ver unos fuertes y brillantes ojos de un color especial para él, un color pocas veces visto, una perfecta mezcla entre verde y azul.
Tenía los ojos de Kendall
Tenía esas joyas preciosas heredadas de su madre, otra razón más para amar a esa bebé más de lo que ya lo hacía.
— Tiene tus ojos — Habló él con un ligero susurro.
— No puede abrirlos Kick, es muy pronto para que lo haga — Kendall soltó una risa cansada.
— Los abrió nena — La miró, aún con los ojos llorosos — Fueron unos segundos y apenas lo hizo pero ví tus ojos.
La rubia lo vió sorprendida pero feliz antes de que el momento fuera interrumpido por el doctor quién pedia llevarla a hacer unos examenes basicos para la bebé además de darle tiempo a Kendall de descansar y llevarla a otra habitación
Cuando Kick iba a salir de la sala se acerco a Kendall, acariciando su cabello, todo su rostro estaba mojado por sudor y/o lagrimas, su expresion cansada no podia con su sonrisa de felicidad, Kick tambien sonreía pues aún no podía creer que al fin era padre, que la espera había terminado
— Duerme amor, lo hiciste bien,aunque para la proxima no te me quedes esperando, puede ser peligroso
— Entonces tendrás que llegar más temprano — Soltó una risa cansada mientras cerraba sus ojos pero los abrió de golpe cuando se percató de lo que su novio había dicho — ¡¿Como que "Para la proxima"?!
Pero él ya se había ido.
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.Mientras que en una habitación lejos de ellos, los suspiros, gemidos ahogados y caricias lujuriosas inundaban esa noche, Mouth estaba concentrado en probar el pecado más delicioso que pudiera existir, en medio de dos piernas que se estiraban por la gran cantidad de sensaciones que experimentaba en esa, su primera vez, la cual siempre se imaginó de una manera diferente, en un concepto completamente distinto pero a pesar de todo eso ¿Podria haber sido con alguien más?
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Amantes (Kick x Kendall)
Fanfiction"Los opuestos se atraen" -Primer libro- INFIDELIDAD: Una palabra que muchos ya escucharon, un echo que ya algunos vivieron y que les rompió el corazón, aquellos que no conocen ese sentimiento, desean jamás sentirlo, porque deja una cicatriz que casi...