"Los opuestos se atraen"
-Primer libro-
INFIDELIDAD: Una palabra que muchos ya escucharon, un echo que ya algunos vivieron y que les rompió el corazón, aquellos que no conocen ese sentimiento, desean jamás sentirlo, porque deja una cicatriz que casi...
Al entrar todos voltearon a verme, de manera sutil o sin ningúna pizca de sutileza, aún así yo seguí caminando, de verdad que quería pasar desapercibida pero era obvio que eso no pasaría, por suerte nadie sabía los resultados de las pruebas, eso era bueno
Me acerqué a mi casillero con aburrimiento, era cansador tener tantas miradas sobre tí tratando de ver si tú vientre estaba más grande y lo peor es que si estaba más grande, lo aún peor es que a diferencia de los otros días cuando yo me dí cuenta
Ahora se notaba más a simple vista
— ¿Resultado? — Miré a mi lado, Kellys llegó rápidamente a mi lado y me preguntó
Ayer no había querido decirle por mensaje, quería decirle en persona y pedirle algún consejo o que simplemente me ayudara a controlar mi estrés con toda esta situación
— Positivo — Soltó un grito de alegría y dió pequeños saltos
¿Ella felíz mientras yo me muero de miedo? ¡¿En serio?! Lo peor, es que su reacción podría mal interpretarse para otros estudiantes
— ¿Es niño o niña? — Me Susurró
— Eso se sabe después Kelly, ¿Y por qué estás tan feliz? — La miré — Yo estoy muerta de nervios, sobre todo por mi madre que no está para nada contenta con la noticia y mi "suegro" tampoco
— Espera espera ¿Cómo que suegro? — Ella se acercó más con una sonrisa — ¿Hay algo que no me hayas contado?
— No somos novios...somos....
¿Que éramos ahora que lo pienso?, ambos estábamos solteros, ya no teníamos tanto miedo de demostrar que nos amabamos ¡Estoy esperando un hijo de él! Y aún así sigo soltera, aún así seguimos en la categoría de "amantes", aún así no éramos más que dos ilusos que soñaban con la libertad
— ¿Son?...
— No lo sé — Bajé la mirada — Supongo que soy la madre de su hijo simplemente, al menos hasta que él quiera ser algo más
— Tendremos que esperar a que se arme de Valentía y que te lo pida
— Créeme, cuando se trata de estas cosas, los hombres pierden por completo la valentía.
. . . . . .
Narrador/a:
Cuando el director recibió la noticia del embarazo positivo después de dos días, Kendall tenía más privilegios que antes, si es que a eso se le pueden llamar privilegios, para la rubia era empeorar las cosas, las miradas aumentaron sobre ella y sobre Kick aunque esté último estaba acostumbrado a tener toda la atención por algo malo, pero Kendall se sentía como una fugitiva de la ley, una loca que escapó de un psiquiátrico.
Tener a todos encima de ella era tan cansador que le dolía, caminó por los pasillos con las manos sobre los lados de su cabeza tratando de calmar de forma inútil su dolor, aquellas punzadas que le daban a ratos, giro al pasillo que daba a la bodega
Si, tenía ventajas, solo una, la única ventaja que Kendall la veía como ventaja, si decía que se sentía mal le daban autorización libre para salir y volver a clases cuando quisiera, era lo bueno de ser la favorita de los maestros y de estar embarazada.
— ¿Cómo está mi hijo? — La rubia levantó la mirada — ¿No has tenido ningún problema?
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