Amantes (Kick x Kendall)

Capítulo 10

Capitulo editado

"Kendall"

En muchas ocasiones maldije el estirón que Clarence había dado, antes era mucho más bajo que yo, más bajo que cualquiera de nuestras clase pero ahora me tenía detrás de él corriendo con tal de alcanzarlo, por un solo paso que él daba yo tenía que dar tres.
Los tacones no me ayudaban a mantener el ritmo y aunque no fueran realmente altos eran lo suficientemente incómodos para correr.

Finalmente él se detuvo lejos de todo aquél que pudiera oír.

— ¡Clarence Francis Buttowski! — Respiraba con dificultad.

— ¡No me digas así! — Me miró molesto.

¡Así te llamas genio!, Bueno no le dije eso pero las ganas de verdad que no me faltaban, me sentía exhausta, tuve que recuperar el aliento unos segundos, aproveché de fijarme en dónde estabamos.

La bodega.

Una vieja bodega que nadie usaba más que para guardar cosas que el establecimiento ya no necesitara, nadie venía aquí desde hace mucho, no creo que a alguien le guste estar cerca de un lugar oxidado así que nadie nos escucharía gritar.

— ¡¿Estas loco?! ¡¿En qué estabas pensando cuando le dijiste eso a la profesora?!.

— ¿Quieres una buena calificación o no? Si no escribimos la verdad ninguno de los dos tendremos una buena nota final, imagino que ella no nos felicitarla por un diario lleno de discusiones y peleas sin sentido.

— Bueno sí pero ¡¿Y si dice algo?!.

— No dirá nada, confío en ella, ahora volvamos y comenzamos a escribir, sin saltarnos detalles Kendall.

— ¿A qué detalles te refieres Clarence?.

— Ya lo sabes.

Volvimos a la banca el comenzó a escribir en secreto. Pensé en lo que dijo y quizás tenga razón, si la señorita Jacob's no dice nada, quizás estemos seguro y hagamos un buen trabajo.

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- Diario: Kendall -

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Las peleas ya comenzaron a volverse como un pan de cada día, yo comencé a concentrarme en mis estudios pero también me había fijado que Clarence se volvía un nombre que se oía en las bocas de varios alumnos, luego fué cambiando a Kick, Kick Buttowski.
Sus acrobacias lo hicieron destacar entre los demás y comenzó a tener muchos amigos, mientras yo seguía con mis estudios, me sentía sola pero mi madre me aseguraba que era necesario.

Que no importaba no tener amigos a esa edad, después de todo, creces a quiénes consideradas amigos desaparecen de tu vida bajo excusas estúpidas.

Mientras veía a Clarence hablar con todos, sentía mi envidia crecer, los celos, las dudas e inseguridades hasta que descubrí que no era la única, un día llegó un alumno nuevo a clases, con postura altanera, sonriendo con orgullo, rubio y de lentes, se llamaba Reynaldo.

Y fué mi primer amigo.

Era igual que yo, venía de una familia exigente, de buena posición, mentía para aparentar, era bastante inteligente y estaba igual de solo que yo, nos volvímos buenos amigos con el tiempo, nadie nos soportaba, nos odiaban pero nosotros nos dábamos apoyo mutuamente..
Con el tiempo, él comenzó a sentirse atraído hacia mí y no sé si era por él hecho de que, al no conocer a nadie más, yo también lo consideré como una excelente opción a pesar de no ser del todo mi tipo.