La chica no llevaba ni dos semanas cómo alumna nueva y ya estaba en boca de todos.
Su encantadora personalidad, su dulzura, gentileza y risa hipnotizadora fueron cosas que habían llamado la atención sin que ella misma se diera cuenta, los chicos pensaban que era tierna, que era bonita y agradable, la saludaban con cordialidad aún si ella no los conociera pero en vez de ignorarlos la chica respondía con otro saludo.
Las mujeres por su parte, no podían evitar sentir envidia, muchas de ella hablaban a espaldas de la castaña, diciéndole flaca, niñita o engreída, incluso falda, decían que no podía haber alguien tan amable solo porque sí, algunas otras se le acercaban con ganas de conocerla, descubriendo que realmente era alguien agradable.
Y el colmo fué cuándo comentó que no usaba nada más que delineador y bálsamo labial, unas cuantas cremas para la mano y cara, nada más ¡Nada más! Le pedían a gritos algún consejo de belleza o de que marca eran las cremas que usaba, ella amablemente respondió cada palabra.
Aúnque ninguna pudo igualar su piel tan cuidada y labios tan rosados como una flor, y es que su belleza era realmente natural y sobre todo heredada, su madre también causaba el mismo impacto ¡Que ganas de nacer otra vez y probar suerte, quizás nacer en la familia de Kelly!.
Y la clase a la que Kelly asistía, también la convirtieron en el tema de último momento, aunque en su salón la gran mayoría la ignoraba por sana envidia que toda adolecente tiene, ya sabes, esa que todas hemos sentido en estos años de nuestra vida.
Pero algo que sorprendió y casi baja aquella reputación alta que tenía, era que se había vuelto muy buena amiga de nada más y nada menos que de Kendall Perkins, quiénes los alumnos describían cómo "la abeja reina", quién mandaba pero picaba.
Hermosa, de las más bellas pero a diferencia de Kelly que su carácter era casi de un ángel, Kendall era una diabla, nadie la quería, le respetaban pero temian y que la chica del momento pasara tiempo con ella era alarmante.
— Ten cuidado Kelly, no confíes en ella
— Está loca, te recomiendo alejarte
— ¿Te juntas con ella? Pobrecita, cualquier cosa me avisas
— ¿No te gustaría mejor sentarte con nosotros? Somos mejor compañía..
Comentarios que recibía en los pasillos, en clases o en el comedor, ella no entendía el porqué de dichas cosas, a su parecer, Kendall era alguien muy dulce, quizás perfeccionista pero agradable si se tomaba el tiempo de conocerla..
No le importó lo que decían y continuó con aquella amistad que comenzaba a crecer más fuerte día a día, fué su confidente y hermana, junto con Karly, quién se ganó la confianza de ambas y pasaron a ser un trío de amigas que salían siempre juntas de clase, se sentaban, charlaban e incluso hacían pijamada juntas.
ESTÁS LEYENDO
Amantes (Kick x Kendall)
Fiksi Penggemar"Los opuestos se atraen" -Primer libro- INFIDELIDAD: Una palabra que muchos ya escucharon, un echo que ya algunos vivieron y que les rompió el corazón, aquellos que no conocen ese sentimiento, desean jamás sentirlo, porque deja una cicatriz que casi...