XIX

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La mañana de Navidad fue curiosa.

Cuando abrí los ojos, no pude evitar sonreír y girarme en la cama ante el recuerdo de cómo terminó la noche del baile.

Abracé el cojín que tenía al lado y chille contra el.

¿Estaba muy mal que me emocionara tanto por haber dado ese paso con Draco?

Quiero decir... mi impronta es lo que me tenia así de emocionada, ¿verdad? Es lo que hacía que quisiera estar con el todo el rato, besándole, abrazándole o simplemente mirándole. No podía ser algo más, no podía ser amor puro como tal...

Cuando posiblemente para él no significara nada.

Así que, posiblemente, mientras que para mi lo de anoche fue algo mágico y súper especial porque había esto en plan íntimo con mi imprimado... él anoche quizá solo se acostó con la alumna a la que estaba atado mágicamente por una maldita impronta y por la que se sentía levemente atraído. Es decir, ya me había rechazado muchas veces antes, incluso anoche intentó hacerlo...

Estaba segura de que para él no significó tanto, y darme cuenta de eso hizo que el buen humor con el que había amanecido se esfumase.

Ni siquiera que fuera Navidad me consolaba.

Me puse ropa cómoda para pasar el día, porque, ademas, tendría que empezar a preparar las maletas porque en unos días volvería a casa para celebrar el Año Nuevo con mi familia.

Cuando salí a la sala común para ir a comer, Scorpius y Albus ya estaban allí.

-Wow. Me da que alguien está de resaca. ¿Cómo te encuentras, primita?

Sí, posiblemente el estar un poco resacosa tampoco ayudaba a mi ánimo y sería una excusa más creíble para mi mal humor.

-Buenos días a ti también, Albus. Te ves muy contento, ¿pasó algo entre Rita y tú que deba saber tu prima favorita?

El se rio, ignorando mi pregunta. Así que definitivamente paso algo entre él y su cita anoche.

-No seas mala con él, Charlie. Que tú imprimado no te hiciera caso anoche no es culpa nuestra.

Gruñí mientras salíamos a los pasillos para ir a comer.

-¿Tú qué tal con Maggie?

-Odio admitirlo, pero tenías razón. Esa loca estaba enamorada de mi padre. Estábamos besándonos cuando empezó a decir "oh profesor Malfoy". Fui a vomitar después.

Intenté reprimir los celos y la rabia que sentía porque esa zorra fantaseara con Draco... y le hiciera eso tan feo a Scorpius, claro.

-En fin. Teníamos que haber ido juntos al baile. ¿Tú qué tal con Shepherd?

-Normal. Bailamos un poco con el grupo, pero al rato se olvidó de mí y se fue.

-Es un idiota. Estas Preciosa anoche, y, tú imprimado o no, cualquiera con dos dedos de frente que hubiera bailado contigo se hubiera muerto por besarte, prima. Ten paciencia.

-¿Seguro que no estás imprimada de mi? Quiero decir, a mi no me importaría intentar...

-Ugh, Scorpius, no, por favor. Cállate. Olvida eso. Te quiero, pero que asco.

-Ouch, eso dolió.

-lo siento, pero es que... haberme imprimado de ti hubiera sido como imprimirme de Albus. No, nah-ah.

-Lo entiendo... Venga, dinos quien es tu imprimado. Quizá podamos ayudarte a conquistarlo.

-Prefiero morir antes de decirte de quien me he imprimado.

Amor veneno - DRACO MALFOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora