Amor veneno - DRACO MALFOY

XXII

ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS +18. LEÁNLO CON DISCRECCIÓN.

Después de cenar y ver cómo Draco pasaba por delante de mí dándome una mirada significativa, me despedí de Scorpius y Albus con un abrazo y un beso en la mejilla de cada uno porque a la mañana siguiente me iría muy temprano y no quería hacerlos madrugar.

Me senté en el sillón en el que siempre me sentaba, junto a la chimenea, mientras él empezó a andar nervioso por la habitación.

-Era el momento perfecto, Charlie. Teníamos que haberselo dicho.

-No, no lo era. Estabamos en mitad del Comedor, a punto de empezar a cenar, rodeados de alumnos, y discutiendo de que estabas ligando con Miller.

-¡No estaba ligando! Y no había tanta gente, muchos se han ido por las vacaciones.

Rodé los ojos. Le notaba nervioso, asi que decidí aplacar un poco mis celos. Pero no demasiado.

-En cualquier caso, ella sí ligaba contigo. Podría haber escogido cualquier momento para hablar sobre las clases. Especialmente, dentro del tiempo lectivo. No durante las vacaciones.

-Chalotte...

-Vale, vale. Ya dejo los celos. Pero es que...

-No entiendo por qué estás celosa. Charlotte, te quiero a ti.

Vale, eso hizo que mi corazón se acelerara un poquito.

-Sí, y yo también te quiero a ti. Pero eso no cambia el hecho de que en cualquier momento llegue otra y te haga cambiar de parecer y te olvides de mi. Bueno, no del todo. Ya sabes, almas ligadas de por vida...-intenté quitarle hierro al asunto.

-Charlotte, para. Tu regalo de Navidad es un cuaderno para que estemos conectados incluso a miles de kilómetros de distancia. Y, cariño...-se agachó delante de mi-no va a venir otra. Creéme. Por favor. Ya me costó mucho asimilar lo que sentía por ti. No voy a cambiar eso.

-Oh, asi que seguirás queriendome sólo porque ya lo tienes aceptado. Está muy bien saber que soy la opción segura.

Eso sí me había enfadado un poquito.

-No, Charlie. Te quiero a ti y sé que eso no va a cambiar porque eres la primera mujer con la que estoy después de mi esposa. Con la primera con la que quiero estar. Y tu impronta no tiene nada que ver con eso. Tiene que ver con lo que siento por ti, con lo que eres y lo que me haces sentir. Y... no eres la opción más segura. Eres la mejor amiga de mi hijo y mi alumna. Quizá nos guste lo prohibido.

Me guiñó un ojo y yo me reí.

-Ahora sé de donde ha sacado Scorpius su lado romántico...Te quiero.

-Yo también te quiero.

-Solo tengo que pedirte un favor.

-Lo que necesites-dijo, besándome el dorso de la mano.

-No vuelvas a ligar con alumnas. Bueno, ni con nadie. Es horrible.

Él rió contra mi mano y susurró un "prometido".

-Y... no vuelvas a intentar decirle nada a Scorpius, Draco. No hasta después de la graduación, por favor. Necesitamos tiempo.

-¿Para qué?

-Bueno, pues... no lo sé. ¿Para nosotros? Quiero decir... para... ¿definirlo? ¿O para ti es solo... la impronta?

Se me hizo un nudo en la garganta. Por fin había soltado la pregunta que me había estado taladrando el cerebro desde que había dicho "su pareja" esa mañana.