Amor veneno - DRACO MALFOY

XXIX

[POV DRACO]

Cuando entré en el Gran Comedor ella ya estaba allí, sola, para mi sorpresa. No sabía donde estaban Scorpius y Potter, pero no estaban con ella.

Tenía su bonito rostro apoyado en las palmas de sus manos, mirando por uno de los grandes ventanales. Me acerqué a ella despacio, sabiendo que ella me oiría aún así.

-Señorita Dursley.

Ella se giró y me miró y casi se me rompe el corazón al ver su mirada triste y las ojeras que acentuaban lo claro que era el azul de sus ojos.

-Buenos días, profesor Malfoy.

-¿Cómo se encuentra?

-Bueno, he estado mejor-dijo sonriendo con ironía-pero también peor. No se preocupe.

-La semana que viene recibiré la pista sobre la siguiente prueba del Torneo.

-Lo sé. Espero estar bien para entonces y haber solucionado mis problemas personales. Repito, no debe preocuparse.

-Es usted mi -carraspeé para corregirme-la mejor amiga de mi hijo, claro que debo preocuparme. No es una alumna más para mí.

Esto último lo dije muy serio, con una segunda intención. Ella pareció entenderlo porque suavizó la mirada y me sonrió genuinamente.

-Gracias, profesor Malfoy.

-Si necesita hablar, cuando lo necesite o esté preparada, búsqueme, en cualquier momento. De verdad se lo digo.

-Sí, profesor. De hecho-echó un rápido vistazo a su alrededor-creo que después de la comida, podríamos hablar, si a usted le parece bien.

Mi corazón se aceleró tanto de la alegría que incluso me dolía el pecho de lo fuerte que latía. Ella pareció escucharlo porque volvió a sonreir.

-Por supuesto, lo que necesite. La esperaré en mi oficina, y puede pasarse cuando lo necesite, estaré allí toda la tarde.

-Gracias. Oh, hola, chicos.

Me giré y vi a Scorpius y Potter que se acercaban a nosotros. Mi hijo parecía confundido de verme hablando con Charlotte, pero Potter me miraba muy enfadado. Sin duda, lo sabía.

-Buenos días-les saludé.

Ellos me devolvieron en saludo brevemente y me rodearon para sentarse cada uno a un lado de Charlotte. Me di cuenta de que ya empezaba a sobrar allí, asi que me dirigí hacia mi sitio en la mesa de profesores. Albus y Scorpius hablaban muy preocupados con Charlotte, que negaba y movía los brazos, intentando explicarles algo. En esos momentos, me hubiera gustado tener su súper oído para saber qué pasaba.

Di un respingo cuando ella se levantó de golpe, enfadada, pero ellos consiguieron calmarla y lograron que se volviera a sentar.

La comida empezó a aparecer sobre la mesa, y los tres comían en silencio. Yo también, contestando mínimamente cuando los demás profesores me hablaban. Solo quería irme a hablar con ella. Arreglar toda esta mierda.

Comí rapidamente, deseando irme a mi oficina rápidamente para que Charlotte fuera allí cuando quisiera.

Pasé frente a ella, al otro lado de la mesa y la miré y ella me miró a mi.

Pude volver a sentir la conexión que teníamos en su mirada y eso me hizo muy feliz. ¿Quizá ya me había perdonado?

Llegué a mi oficina y recogí los pocos papeles que tenía sobre el escritorio, perdiendo el tiempo hasta que llegara. ¿Y si venía más tarde? O si había cambiado de opinión y ya no quería hablar conmigo...