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[POV CHARLOTTE]

-Te prometo que como escuche algo más sobre bolas de cristal, me tiro por la ventana, y no estoy de broma-me dejé caer en mi sitio frente a la mesa del Gran Comedor, dejando mi bolso con los libros al lado.

-¡Pero si es muy sencillo, Charlie! Sólo tienes que ver...-golpeé mi frente contra la madera de la mesa constantemente mientras Albus me explicaba como leer las predicciones de una bola de cristal por décima vez en lo que iba de día.

-Al, creo que deberías dejarlo, va a darle una embolia a este paso.

Yo solté un quejido y levanté mi pulgar para agradecerle a Scorpius su intervención.

Era el primero día de clases y ya estaba agotada. Empezar el segundo periodo escolar con doble clase de adivinación y después seguir con pociones no había sido lo mejor para mí.

-Deberías incorporarte, la comida va a empezar a aparecer en cualquier momento.

-¡Me da igual!

-Buenos días.

Su voz hizo que un escalofrío me recorriera la espalda, pero permanecí en mi posición, con la esperanza de que pasara de largo o sólo tuviera que hablar con su hijo.

-Hola, papá-dijo Scorpius.

-¿Cómo estáis?-Draco sonaba bastante entretenido.

-Bueno...-empezó Albus- unos mejor que otros-dijo burlesco, acariciándome la espalda.

-Ya lo veo...-por su tono supe que estaba reprimiendo una risa-Señorita Dursley.

Quise gruñir, enseñarle lo bonito que era mi dedo medio y mandarle a la mierda, pero me resistí porque en ese momento era mi profesor y me tuve que resignar a levantarme y mirarle con cara de pocos amigos.

-¿Sí, profesor Malfoy?

Él, obviamente, me miraba con una sonrisa en sus ojos.

-Me gustaría que viniera a verme a mi oficina cuando acaben sus clases, he recibido ya la siguiente pista para el Torneo y me gustaría empezar a trabajar en ello cuanto antes.

-¿Tan pronto? Pensé que nos la darían la semana que viene.

-Yo también tenía entendido eso.

-¿Ya la ha visto?-dije, tremendamente emocionada ahora-¿Sabe que puede ser?

-No quisiera estropear la sorpresa, señorita Dursley.

-Muy bien, entonces le veré después de que termine la clase. Le recuerdo que es viernes y nuestra última clase es con usted.

-Cierto, no lo recordaba-dijo, rodando los ojos-nos veremos entonces.

Se alejó con una inclinación de cabeza y yo le seguí hasta que se sentó en su lugar en la mesa de profesores y le sonreí. Luego me dirigí a mis amigos, y ellos me miraban ilusionados.

-¡La siguiente pista!

-¡Qué emoción, Charlie!-Scorpius me abrazó y yo a él de la emoción.

-En realidad, no deberíamos estar tan contentos-dije riéndome, mientras empezaba a comer lo que ya había aparecido sobre la mesa-es decir, esto significa una vez más que estaré poniendo mi vida en riesgo en alguna prueba peligrosísima.

-Ya, y como si eso no fuera menos peligroso que intentar sobrevivir a ese imprimado tuyo que casi te mata dos veces-dijo Scorpius con asco.

-¡Scorpius!-Le regañé.

-¡Perdón, perdón! Por favor, a veces pareces mi madre.

Yo me puse muy roja y Albus empezó a reirse descontroladamente. Definitivamente, ese momento era incomodísimo.

Amor veneno - DRACO MALFOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora