IV

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Mierda. Mierda. Mierda.

¿Qué malditas probabilidades había de que fuera YO la campeona de Hogwarts? Oh, mierda.

Todo el mundo se puso de pie y empezó a gritar mi nombre. Yo no podía moverme. Albus y Scorpius empezaron a abrazarme pero yo seguía como una estatua. Miré a Markus con el rabillo del ojo, estaba muy feliz, aplaudiéndome. 

Va a descubrir que le mentí.

¿Podía ir algo a peor? 

Oh, claro. Ahora tendría que tener tutorías regularmente con Draco Malfoy. Eso era peor, definitivamente.

-Señorita Charlotte Dursley, por favor, acérquese y anuncie quie será su tutor. 

 Aún temblado y sin saber de dónde saqué fuerzas, me levanté y caminé hacia mi directora. Todo el mundo volvió a aplaudir.

"Sabíamos que serías tú" "Mucho ánimo, Dursley" "¡Vas a ganar!" "Demuestrales a todos quién es la reina de Slytherin"

Cuando llegué junto a la profesora McGonagall miré a los profesores y todos me miraban y aplaudían con una sonrisa sincera en los labios. 

Menos uno, claramente, que aplaudía en silencio, despacio, como relentizado por el tiempo, con una expresión tan seria y profunda que hizo que se me secara la garganta cuando tuve la osadía de mirarle directamente a los ojos. 

Cuando tragué, el levantó la comisura derecha del labio levemente y me indicó con la mirada que la directora me estaba hablando.

Había dejado de escuchar nada por unos segundos.

-¿Perdón?

-Oh, querida, es normal que estés nerviosa. Es hora de anunciar a tu tutor. 

Miré brevemete a mis compañeros. Mis amigos seguían aplaudiendo desde sus asientos. Markus me daba ánimos enseñándome sus pulgares y yo suspiré y volví a mirar a los profesores, que ahora tenían el ceño fruncido porque no daba mi respuesta. 

-Mi... eh... mi tutor será....

El señor Malfoy levantó una ceja en mi dirección, me volví hacia McGonagall y mis compañeros.

-El profesor que me tutorizará durante este tiempo será... el profesor Draco Malfoy.

Si os soy sincera, tuve un 

Al contrario de como esperaba, todos aplaudieron y vitorearon al profesor. Miré de nuevo a mi mesa. Markus estaba con el ceño fruncido, al contrario que todos a su alrededor, se fue rápidamente, sin mirar atrás. 

Scorpius y Albus eran los que más felices estaban y, al contrario que Markus, parecían francamente contentos por mí.

-Bien, querida, vamos a la otra Sala, a reunirnos con los demás participantes. Señor Malfoy, acompáñenos, si es tan amable.

-Por supuesto, directora McGonagall.

El señor Malfoy puso una mano en la parte baja de mi espalda para dirigirme hacia el final de la tarima en la que nos habíamos subido para dar el anuncio y yo di un respingo.

-Perdón, era para ayudarle a bajar. Lo siento.

-No se preocupe. 

Estaba roja como un tomate. No me cabía ninguna duda. Este hombre me aterrorizaba. ¿Y ahora iba a tener que sufrir tutorías con él? ¿En qué maldito momento decidí aceptar?

Scorpius, voy a necesitar clases para saber soportar a tu padre...

Llegamos al gran salón que había en la parte trasera del Gran Comedor. Allí estaban los otros dos Campeones, hablando animadamente con sus directores, mientras, un par de hombres estaban acomodando unas sillas y una cámara de fotos. La prensa. 

Amor veneno - DRACO MALFOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora