VIII

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Entré en la oficina de del señor Malfoy aún con un gran dolor de cabeza.

Anoche la fiesta había sido demasiado.

-Siéntese, señorita Dursley.

Rodé los ojos. De nuevo, pasaba de tutearme a tratarme con demasiada educación cada pocos minutos.

-Profesor, ¿podría preguntarle algo?

Dije mientras apoyaba mi espalda contra el respaldo de la silla.

-Evidentemente.

-Me gustaría saber por qué usted pasa rápidamente de tutearme y llamarme por mi nombre de pila.

Se ve que la pregunta le sorprendió porque su corazón volvió a acelerarse un par de latidos antes de responderme.

-Bueno... ya le dije que me gustaría mantener una relación de confianza con usted, y me parece que, bueno, sería adecuado, ¿no lo cree usted?

Levante una ceja.

-Entonces... ¿quiere que le tutee?

-Bueno, me encantaría. Pero tú situación en más complicada. Delante del resto de personas debería tratarme de usted pero...

Solté una risa bajita.

-Parece como si estuviera mal que nos tengamos confianza y nos tuteemos.

El sonrió.

-La verdad, es un poco confuso porque nuestra relación durante tu edad escolar debe ser únicamente educativa.

-¿Acaso lo es de otra forma, Draco?

El nombre en mis labios se sintió suave como la seda y sentir un ligero puntazo en el pecho cuando lo dije.

Pum pum.

Escuche su corazón acelerarse y como había hiperventilando brevemente.

-Por supuesto que no-me sonrió pero esta vez parecía falso-. Somos un tutor y su alumna. Lo más personal entre nosotros es que eres la mejor amiga de mi hijo.

Yo también le dirigí una sonrisa un tanto forzada.

Si mis sospechas eran reales, eso no era del todo cierto...

-¿Tienes la pista para la primera prueba?

-aah, si, claro, la pista.

Se aclaró la garganta y abrió un cajón del escritorio y me tendió una nota.

Tres son los factores que forman la vida.
Los miedos del pasado que nos atormentan en los peores momentos.
Las llamas del presente nos mantienen fuertes.
Las ilusiones de un futuro nos animan a seguir adelante.

-Pasado, presente y futuro...-susurré.

-Sí. ¿Crees que se referirán a las...?

Le vi dudar y mire a sus ojos.

-¿Podrían ser las reliquias de la muerte? El tío Harry nos contaba la historia a Albus y a mi cuando éramos niños.

-Sí, yo también había pensado en eso-me sonrió levemente- pero están destruidas.

-Pues mi tío sigue conservando la manta de invisibilidad.

El se rio.

-Seguro que sí... quizá debería dejártela y te ayudaría en alguna prueba.

-Que va. En realidad, mis primos y yo tenemos prohibido usarla. Cuando éramos niños la encontré en un viejo armario y le hice creer a todos que había desaparecido. Estuve castigada durante tres semanas sin postre.

Amor veneno - DRACO MALFOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora