XI

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Estaba en mi habitación.

Después de leer la carta del profesor Pérez, me había levantado en silencio de mi sitio y me había ido a encerrarme en mi cuarto. 

Llevaba ya por los menos dos horas llorando y leyendo la carta sin parar. Ya casi me la sabía de memoria.

Querida señorita Dursley:

Me alegra mucho recibir noticias, por aquí todo sigue como siempre. Nos han pedido desde tu colegio que mandemos una quimera para un Torneo que se está celebrando. No me han dicho quién participa pero, por si acaso, decidí mandar a Bonnie, estoy segura de que te alegrarás de verla y poder terminar de dominarla, sé que te costó en tu estacia aquí.

Respecto a tu pregunta... la respuesta es muy complicada pero muy simple a la vez.

Una vez que ocurre la Impronta y el espíritu combinado se imprime de alguien suele saberlo en el momento, como ya te comenté en tu estancia aquí al estudiar las características de nuestra especie. Sin embargo, han habido casos en los que, por las circuntancias que rodean al  imprimador y al imprimado, los sentiemientos no son claros, pero la actracción y la necesidad de estar juntos existe. 

También tengo que decirte que... si has considerado la posibilidad de haberte imprimado... es casi seguro que así sea. Además, lo poco que me describes, coincide con lo que se siente al imprimarse. Asi que... ¡enhorabuena! 

Me gustaría poder darte más detalles de qué se siente pero cada cual lo siente de forma distinta. Hay quien encuentra a su pareja de por vida y hay quien encuentra simplemente a un amigo... Por lo general, suele ser el primer caso, pero las posibilidades son infinitas. Lo que es seguro es que, querida Charlotte, un imprimador no podrá nunca separarse de su imprimado; incluso si es rechazado (lo cual es una posibilidad real).

Solo le deseo que todo le vaya bien y que su imprimado comprenda la situación y sea honesta con usted, a veces a las personas no familiarizadas con nuestra condición les cuesta aceptar  lo que es la impronta. 

Espero que sea feliz, señorita Dursley, 

Profesor Eugenio Pérez. 


Las lágrimas empezaron a correr de nuevo. 

¿Cómo era posible?

Ahora entendía perfectamente las miradas que compartíamos, los escalofríos que me recorrían cada vez que nos tocábamos, que sólo él me reconociera cuando estaba transformada en lobo... y... el casi beso antes de mi prueba en el Torneo. 

Albus y Scorpius había venido a mi puerta en un par de ocasiones pero los ignoré. También descarté la idea de tranformarme en loba e ir a correr por el bosque porque sabría que irían a buscarme al tocón, sabiendo que dejaría o recuperaría mi ropa de allí.

-¡Vamos, chicas! ¡El último carruaje a Hogsmeade sale en  10 minutos!

Una chica de cuarto curso estaba gritando por los pasillos.

Oh, cierto. Hoy era una de las excursiones a Hogsmeade. La mayoría de estudiantes planeaban ir porque se habían reducido bastante debido al Torneo. 

Media hora más tarde, cuando no quedaba nadie en la sala común ni en los dormitorios, pude relajarme, estando a solas con mis pensamientos. 

-Bien, Charlotte, no es tan grave.-empecé en voz alta, andando por toda la habitación- Solo te has imprimado de tu profesor, que casualmente es el padre de tu mejor amigo, lo que, por cierto, implica que muy seguramente te acabes enamorando de él, lo cual es muy posible que ya esté ocurriendo. Pero, claro, es una mierda porque seguramente él te rechace (es decir, apenas enviudó hace un par de años, ¿no es muy pronto? y soy una cría, después de todo) y tú, como bien imprimada que estás, estarás con el corazón roto pero, por supuesto, no podrás alejarte de él porque estás imprimada lo cual hará que aún te duela más que... ¿Podría estar en una situación peor? ¿¡NO PODRÍA SIMPLEMENTE MORIRME?

Amor veneno - DRACO MALFOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora