—Donnie —dijo su madre con preocupación.
—Necesito hablar con él ahora.
—Pero si nos dejas explicarte el motivo...
—Tuvieron quince años para hacerlo, y no lo hicieron. Ahora quiero escucharlo a él —interrumpió a North con dolor.
Dominic, Ian y Azali se pusieron de pie. Aza le tocó el hombro a Jared, y este le sujetó la mano como pidiéndole que se quedara a su lado. El teniente le sonrió.
—Estaremos afuera por si necesitas algo.
—No —replicó Jared convencido—, déjenme aquí.
—¿Estás seguro?
—Sí. Los llamaré más tarde para que vengan por mí.
—No es conveniente —agregó Dominic—. ¿Y si los imbéciles de Jackson regresan?
—¿Crees que no podría defenderme de ellos?
Dom se encogió de hombros.
—Está bien, si es lo que quieres. Esperamos tu llamado.
Los hombres salieron de la sala y fueron a su camioneta. Greta y North sentían sus piernas paralizadas. Les dolía el trato de Donovan, pero eran conscientes de que tenía razón. Era una consecuencia de sus decisiones, de las de todos.
Salieron en silencio. El piso de madera crujía por el desgaste y la falta de mantenimiento adecuado. Los techos eran altos. Había un ventilador, que no paraba de girar sobre sus cabezas, mientras las ventanas se mantenían abiertas para expulsar el calor agobiante. Las paredes de madera al interior no estaban pintadas, el polvo se adhería a ellas y les daba un aspecto sucio y descuidado.
—¿Ya terminaste de analizar mi casa?
Jared se giró hacia su hijo. ¿Cuánto tiempo su mente se abstrajo de la realidad?
—¿Qué tiene de malo que mire?
—No es que mires —replicó—, sino la manera en que lo haces.
—Soy analítico, nada más. Si crees que lo hago de otra manera, esa es tu percepción.
Donovan se hizo hacia atrás en la silla y se cruzó de brazos.
—¿Por qué apareciste ahora?
—Recién supe tu paradero hace unos días. Sabía que estabas en Australia, pero no dábamos con el lugar, hasta que mi hermano Ian corroboró la información.
—¿Ian?
—El rubio. Es mi medio hermano.
—¿Y los otros dos?
—Dominic es el hombre que se parece a nosotros. Ese es mi primo.
—¿Y el moreno?
—Un amigo.
Donovan chasqueó la lengua.
—¿Un amigo?
—Sí.
—La forma en que te toca no es de amigos.
Jared le dio una sonrisa a la perspicacia.
—¿Qué quieres que te diga?
—La verdad. Imagino que para eso estás aquí, ¿no?
Jared se hizo el pelo hacia atrás y apoyó sus brazos en la mesa.
—Es mi amante. Me acuesto con él desde hace varios meses. ¿Eso te parece correcto?
—Si es la verdad, sí. No importa si es incómodo, no hay nada más horrible que la mentira. —Jared comenzó a reír—. ¿Qué?
—Suenas a algo que diría tu madre.
—¿La engañas con ese hombre?
—No. Tu madre murió hace quince años, cuando tú naciste.
—Quince años... —Donovan afirmó su mano cerrada sobre su boca. Estaba pensando.
Jared dio un suspiro. La paciencia no era un don de los Callums y mucho menos de él.
—Estoy aquí, Donovan. Y sí, he llegado quince malditos años después. Te pido perdón, pero no puedo volver el tiempo atrás ni cambiar lo que somos.
—Estás enojado.
—Claro que lo estoy.
—¿Conmigo?
—No —replicó—, conmigo mismo, con el bastardo de Ian por darte en adopción, con Mora por irse tan rápido y hacerle prometer a mi hermano que...
—¿Qué? —Silencio de nuevo. Donovan sentía que la cabeza le iba a explotar—. Mora era mi madre, ¿verdad? ¿Cómo la conociste?
—Trabajaba como mucama en la mansión donde vivía.
—Ustedes tienen dinero.
—Bastante.
—¿Y aun así te fijaste en alguien pobre? —indagó con escepticismo.
—¿Qué tendría eso de malo?
—Los millonarios se ríen de los pobres.
—En primer lugar, los millones no era míos, y, por otro lado, no somos todos iguales.
—Claro —ironizó con una risita sarcástica.
—De nuevo, esa es tu percepción del mundo. No me culpes por ello.
—¡Por favor! —El muchacho golpeó la mesa. Jared parpadeó con sorpresa ante el ataque de ira—. Los imbéciles de hoy casi matan a mi padre y nos golpean todo el tiempo. Las autoridades ni siquiera nos tienen en cuenta. Más de una vez han dicho que estamos locos y que nosotros mismos nos autoinfligimos las heridas. Jackson es millonario y nosotros no. Se quedará con nuestras tierras y nos dará migajas como pago, ¿y sabes por qué?
—Ilumíname.
—¡Porque ese hijo de puta compra todo lo que desea! Entonces no me digas que los millonarios nos aprecian cuando nadie se preocupa por la gente que sufre si no tiene dinero.
Jared esta vez sonrió. No fue una sonrisa burlona, sino una cargada de ternura.
—Increíble.
—¿Qué te pasa? ¿Qué es tan gracioso?
—Tus malditos genes rebeldes —contestó—. Sin importar tu apariencia física, ni siquiera necesitaría un ADN para saber que eres mi hijo. Tu actitud acaba de corroborarlo. Eres una copia exacta de mí.
Donovan tensó la mandíbula. La ira no se iba y la confusión le estaba causando tantas cosas en su sistema. Jared tomó la mano de su hijo sobre la mesa. Este intentó quitarla, pero el inglés se lo impidió.
—Me enamoré de tu madre por su esencia, su visión del mundo, su belleza incluso cuando se enojaba. Nunca me importó que fuera pobre. Cuando eres un hijo ilegítimo, como lo soy yo, la riqueza deja de tener importancia, más en una familia como la nuestra.
Donovan frunció el ceño.
—¿Por qué dices que eres ilegítimo?
—El padre de Ian tenía un affaire con mi madre. Yo nací de una relación prohibida.
Donovan tragó saliva.
El rostro de Jared se había tornado oscuro, un punto el cual era imposible superar para el hombre. Acarició la mano callosa de su hijo y la sostuvo entre las suyas.
—¿En serio estás dispuesto a conocer toda la verdad? ¿Incluso las partes más dolorosas y oscuras?
—No lo sé. —Donovan pestañeó. Las lágrimas que rebalsaban sus ojos cayeron y resbalaron por sus mejillas. Una vez que la puerta se abriera, ya no habría forma de cerrarla, sin importar cuánto intentara olvidar.
Donnie merecía la verdad, para bien o para mal, y nadie la contaría como Jared. Su corazón rugió. Un león en medio de una pelea, uno que no estaba dispuesto a rendirse o dejar las cosas a medias.
—Sí, Jared —dijo con determinación—, estoy dispuesto a escucharte.
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JARED - T.C Libro 3 - Romance gay +18
Romance¿Morirías por los seres que amas? Los Callums no tienen grises. Jared nació del lado malo de la vida, hijo ilegítimo, un padre inexistente, un hermano que siempre buscó la manera de ignorarlo debido al secreto que le ocultaba. La vida de Jared no ha...