—¿No estás contento aquí, hijo?
—Mamá, mi padre solo me quiere cerca para controlarme, no porque realmente nos aprecie.
—No digas esas cosas.
—¿Todavía le crees? ¿Después de años de mentira? ¿Eres tonta?
—No me faltes el respeto.
—Lo haces tú misma cada vez que caes en sus mentiras. Mamá, no lo necesitas. Eres joven, hermosa, trabajadora. ¿Por qué debíamos venir aquí?
—Tu padre nos construyó esta residencia para que viviéramos tranquilos. Tu abuelo lo aceptó a pesar de ser un hombre difícil. Te doy la razón de que muchas veces ha estado ausente, pero su familia lo absorbe...
—Odio a todos los Callums. Ojalá se mueran todos.
—¡Jared!
Jared relató aquella conversación con su madre cuando apenas llegaban al territorio de los Callums. Triste que todavía continuara pensando lo mismo con respecto a su familia.
—Mi madre estaba horrorizada de escuchar a su hijo hablar así, pero nunca me gustaron las mentiras. Es irónico viniendo de mí, pero es la verdad, Donovan.
»Tenía diez años cuando llegué a esa casa, que estaba solo a dos kilómetros de la residencia principal de mi padre. El imbécil venía de vez en cuando a visitarnos y siempre dejaba llorando a mi madre. Ella nunca perdió las esperanzas de que él dejara de verla como una amante. Supongo que yo también quería que me viera como su hijo y no como su bastardo.
»Jamás me llevé bien con la familia y mucho menos con mi hermano Ian. Odiaba que fuera tan perfecto. Odiaba que me mirara como si yo fuera un extraterrestre o que me ignorara. Eso dolía más que los insultos incluso. Mi único amigo fue mi primo Dominic, quien, a pesar de ser legítimo, nunca la tuvo demasiado fácil. El abuelo Theodor nos tenía en la mira, tanto a Dom como a mí. Habría sido muy feliz desollándonos vivos cuando le contestábamos. Ya sabes, a él le habría encantado quitarnos la preciada sangre de guerreros celtas, druidas, que, según él, corría por nuestras venas. El viejo estaba enamorado de su sangre. Ese fue el único amor que Theodor sintió durante su vida.
»Siempre intenté ser el mejor. En la escuela, en las clases de esgrima, de tiro, de judo y de todo lo que debía inscribirme por obligación. Nunca fue suficiente para ellos, sin importar mi voluntad y mis notas. Nada los dejaba conformes. Lo peor es que yo me creí ese cuento. Muchas veces estuve seguro de que no era suficiente, de que no valía.
»Cuando cumplí dieciocho años, entendí toda la preparación que habían invertido en mí y los motivos por los que siempre me quisieron cerca.
—¿Qué sucedió a los dieciocho años?
—¿Qué? —Jared estaba frente a su hijo. Por algún motivo, se quedó callado en medio de su relato.
—Dijiste que ahí comprendiste toda la preparación en ti. ¿Cómo fue eso?
—La información que estoy a punto de darte nos hundiría si sale de aquí. Solo los Callums lo saben. No hay forma de que podamos evadir la justicia si...
—No diré nada —interrumpió el muchacho—, guardaré tu secreto.
—A los dieciocho años me dieron mi primer objetivo, un hombre llamado Troy Evans y su hermano. Ambos eran empresarios vinculados al comercio marítimo.
Donovan tragó saliva. Su mente inocente apenas alcanzaba a procesar lo que escuchaba.
—Pero solo tenías dieciocho.
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JARED - T.C Libro 3 - Romance gay +18
Romance¿Morirías por los seres que amas? Los Callums no tienen grises. Jared nació del lado malo de la vida, hijo ilegítimo, un padre inexistente, un hermano que siempre buscó la manera de ignorarlo debido al secreto que le ocultaba. La vida de Jared no ha...