JARED - T.C Libro 3 - Romance gay +18

31 Amanecer

Azali despertó después de la tempestad. Buscó a sus compañeros y entró en calma cuando advirtió que todos estaban bien. Habían sobrevivido. De inmediato pensó en cómo regresarían al hotel. Estaban sin vehículos, cansados, y uno de los niños no podía caminar. Ian y Dominic despertaron. El último se puso de pie y salió de la cueva.

—El sol comenzará a calentar como nunca —advirtió.

Jared despertó a Donnie y Víctor. Azali armaba las mochilas para empezar viaje.

—Buenos días, señores—saludó y dio aplausos para motivarlos—, es hora de movernos.

—Aza, deja los aplausos, no estamos en una tropa —aclaró Ian mientras se colgaba la mochila.

—Mueve ese culo flojo, Callum —agregó el hombre, y todos rieron.

Descendieron de la montaña con cuidado. La tierra estaba húmeda y podían resbalar.

—No se confíen —dijo Dominic.

Víctor resbaló en ese momento, y Azali lo sujetó de la camisa.

—Presta atención, cariño.

El niño asintió. Eran inteligentes y sagaces, y a pesar de estar asustados se mostraban firmes. La confianza que les daba ser nativos era insuperable.

Se arrastraron de culo los últimos metros. El terreno estaba imposible. Una vez que estuvieron de vuelta en terreno plano, Azali le pidió los binoculares a Dominic.

—Debemos llegar a la carretera lo antes posible.

—Ustedes no irán a ninguna parte. —La voz que vino a varios metros de la ladera de la montaña los tomó por sorpresa. ¿Cómo carajo había logrado sobrevivir? Se suponía que el agua se llevaba todo, incluida la basura.

—Mierda, ¿por qué no te mueres? —se quejó Jared.

Holden estaba golpeado, magullado, pero conservaba el rifle.

—Le prometí a Jackson que mataría a los mocosos, y lo cumpliré.

—Tranquilo, Jackson se va a morir también, así que yo que tú me replantearía la idea.

Ian y Dominic se miraron mientras Jared hablaba y Azali se ponía delante de los chicos.

Un intento estúpido e infructuoso. En el momento en que apuntó, Dominic sacó el arma y le disparó en la mano, la cual voló por el aire. Un grito desgarrador se escuchó. Azali sostuvo a Víctor en los brazos y lo alejó de la escena. Donnie no quería marcharse, no ahora. Ese malnacido le había quitado la vida a sus padres. El tipo lloraba y se apretaba la mano.

—Vamos. —Jared empujó a Donnie, y este negó.

—Me lo prometiste.

—Donovan, no necesitas esto. De verdad, ya está muerto.

—No —el muchacho frunció los labios—, él me quitó todo.

—Y yo que pensaba que te parecías a Mora.

—Lamento decirte que soy más bien como tú. Ya lo entendí y acepté.

—Donnie —lo sostuvo de los hombros—, yo haré justicia, te lo prometo, pero esto no es bueno para ti. No hay reversa de un hecho así cuando lo viste.

—Tengo tanta rabia.

Jared asintió. Lo entendió como nadie en este mundo, pero su hijo merecía un futuro distinto, e iba a comenzar a partir de ese segundo.

—Vamos —le dio un empujoncito—, deja a los adultos encargarse.

Jared lo llevó hacia la carretera, impidiéndole mirar hacia atrás. Dominic apuntó el arma al tipo, quien imploraba por su vida. ¿Por qué no se había marchado y les ahorraba el trabajo? Un disparo en medio de los ojos. Donovan no giró hacia allí. No se asustó ni sintió piedad. Jared sentía tristeza frente a la situación a la cual habían orillado a un adolescente de solo quince años.