Capítulo 13

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Cuando desperté esta mañana fue gracias a los gritos de mi madre, salí corriendo sin importarme caerme, mi rodilla había sanado después de una larga semana y los remedios de Verónica Reed.

Estaba feliz por la noticia, pero al mismo tiempo sentía un mal presentimiento, no de los que algo malo vaya a suceder, sino aquel presentimiento donde sabes que tu vida está a punto de cambiar.

Belle ha despertado.

—Le darán el alta dentro de dos semanas—Me indica mi madre, fue la primera en hablar con Matthew—Matthew preparará una reunión sorpresa en casa de los Cooper.

Por supuesto, los Cooper son los padres de su mejor amiga Ariana, han cuidado de ella desde que Belle se fue de casa. Se llevará una gran sorpresa al ver las dos vidas que salvó, Ariana y su hija que nombró Ana, como la madre de Belle.

Hablé con Belle hasta que pudo reponerse después de darse cuenta que había permanecido en coma durante tres largos años. Matt estaba feliz por volver a ver los ojos de Isabelle, su Elena.

La vida de todos volvía a ser la misma o mejor que antes, en cambio la mía seguía siendo fingir ser la buena y dulce Susan.

He estado evitando a Calvin y a William, después del incidente con éste primero, Chase se encargó de darle su merecido. Ya que no podía hacerlo Henderson o mis hermanos cuando se enterarán, mi mejor amigo estaba al rescate.

Y William, a él no podía mentirle, sabía la clase de novio que tenía y tuve que rogarle para que no hiciera nada al ver cómo había quedado mi rodilla, pero cuando le dije que Henderson había salido a mi rescate, reaccionó de una forma que jamás lo imaginé.

Sus celos salieron a la luz por primera vez, y terminó follándome en su despacho de una manera brusca, así nos gustaba, así borrábamos cualquier huella que el pasado había dejado.

Sin caricias.

Sin lamentos.

Sólo sexo, siempre fue el trato.

—Belle despertó—Le digo a William mientras permanecemos desnudos, pero distante uno del otro.

—Ya era hora—Dice dando una calada a su cigarrillo—el halcón debe de estar feliz ahora que su valiente chica ha despertado.

—Todos estamos felices.

—Me alegro.

Apaga su cigarrillo y hace algo que me sorprende, me abraza.

—¿Qué haces?—Le pregunto sintiéndome extraña ante su tacto delicado.

—Abrazándote.

— ¿Desde cuándo nos abrazamos?

—Desde ahora.

Me entra la risa, pero esta vez, la de burla. William Faulkner, mostrándose cariñoso con una chica, no me lo puedo creer. Fue lo que me gustó de él cuando lo conocí, su frialdad, su pasado oscuro como el mío y el odio hacia el mundo entero, menos a nosotros debajo de las sábanas, o contra la pared.

—Mañana no vendré—Le aviso trazando los tatuajes de su brazo.

Deja de acariciar mi cabello y se incorpora, apoyándose en un brazo para verme.

—¿Por qué no?—Pregunta con la autoridad de la que antes me hacía temblar para mis adentros, pero ahora me causa gracia.

—Hay una reunión para Belle, todos estarán ahí.

Ni siquiera sé por qué le doy explicaciones, nunca nos hemos dado ningún tipo de explicación en cuanto a nuestro encuentro.

—Ya. —Dice levantándose de la cama enfadado.

Amarga Inocencia (En físico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora