Después de que me adorara en la ducha, me llevó a comprar algo de ropa antes de ir a lo de su madre. Yo tampoco quería darle una mala impresión al ver mi vestuario un poco fuera de lugar a plena luz del día.
También llamé a mi madre y a Claire, ambas estaban un poco preocupadas pero cuando les dije que estaba con mi profesor favorito, estuvieron más tranquilas, sí, él definitivamente las tenía comiendo de su mano.
—Le caerás bien a mi madre—Dice mientras lleva mi mano a su boca y me planta un suave beso. —Pero tengo que advertirte de Mike, es todo un conquistador.
Eso me hace reír, un conquistador como su hermano mayor.
—Eso me deja más tranquila—Bromeo al mismo momento en que mi teléfono celular me avisa que tengo un mensaje de texto y suelto la mano de David para verlo.
Él tampoco te querrá, eres mi pequeña zorra.
—Oh, Dios—bisbiseo al mismo tiempo que dejo caer el móvil en mis pies.
— ¿Susan, qué tienes?
No puede ser, no puede ser. Él no puede estarme siguiendo. Ahora sabe de David y es capaz de hacer algo al respecto con tal de tenerme solamente para él de nuevo.
De pronto el auto se detiene y unos fuertes brazos detienen los míos. Estoy con la mirada perdida en un punto fijo pero siento el ardor en el interior de mis brazos.
— ¡Detente! —Me grita— ¡Por favor, para!
No entiendo su súplica, solamente quiero salir corriendo pero cuando quiero hacerlo me detiene y me trae a sus brazos. No puedo moverme, no puedo decir nada pero por dentro quiero gritar, quiero gritarle a él que me deje en paz, que jamás volverá a tener mi cuerpo ni mi mente.
Su cálido y profundo beso me hace entrar a la realidad, está limpiando mis lágrimas y besando mis muñecas. Bajo la mirada y miro los pequeños rasguños que me he hecho. Ni siquiera me di cuenta, siempre me pasaba cuando él entraba a mi habitación, ahogaba mis gritos y aruñaba mi piel por el dolor que me causaba sus secas embestidas.
David toma mi teléfono del suelo y al mismo tiempo lee el mensaje aún abierto y lo cierra de un solo golpe.
—Mírame—Me toma la cara para que lo vea—Te amo, te amo, Susan. Recuerda siempre que te amo, estás bajo mi piel, tu huella está bajo mi piel y en mi corazón, mi niña.
—Lo siento, no me di cuenta de lo que estaba haciendo, lo siento.
—Tranquila, mi amor—Me abraza nuevamente y hundo mi cara en su aroma fresco. El llanto se ha ido, pero el miedo permanece todavía.
—Por favor, vámonos.
—Estás muy alterada, es mejor que regresemos.
—No, por favor, quiero conocer a tu madre y a tus hermanos, no permitas que me quite eso.
No discute y asiente con la cabeza haciendo una mueca de dolor al sonreír.
Da marcha al auto y me acerco a él para abrazarlo y sentirlo mientras mi mente sigue traicionándome con vagos pensamiento sobre ese mensaje.
—Hola, mamá—Dice David al saludar a su hermosa madre, es muy simpática y tiene su sonrisa al igual que el color de sus ojos. —Ella es Susan, mi novia.
—¿Tu novia? —Se le ilumina el rostro al hacer la pregunta—Oh, por Dios, ven aquí—Dice al mismo tiempo en que me abraza fuerte, me hace sentir tan bien su recibimiento que también la abrazo.
—Mucho gusto, señora.
—Llámame Katie.
Madre e hija comparten el mismo nombre, seguramente son igual de encantadoras.
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Amarga Inocencia (En físico)
RomansaDespués de la muerte de mi padre, fue cuando mi corazón se endureció. ¿Cómo podría Dios quitarme al hombre, al héroe que uno ama desde que nace? Siempre me hago la misma pregunta y a veces pienso que nada es para siempre, nada es eterno, y la muerte...