Alguien acaricia mi mano y sonrío para mis adentros.
—David.
—Lo siento, Susan—Es la voz de Matthew y abro los ojos.
David no está.
Veo a mi alrededor y me doy cuenta que estoy en la habitación de Claire. En una esquina veo a Nick que está con ella y yo me siento como una mierda en estos momentos, exploté de la peor forma y lo peor de todo es que he perdido a David.
No necesito explicarles ahora por qué estaban a punto de matarse, creo que es bastante claro que David al igual que ellos, acaban de darse cuenta de todo lo que he estado ocultando.
—Váyanse—les pido llorando—No los necesito aquí.
—Tengo que hablar contigo, Susan—me pide Matt—¿A quién viste del otro lado de la calle?
No puedo decirle que es nuestro tío, pero también temo que se acerque a Belle, de cualquier forma, seré yo quien la proteja esta vez.
No será, Matt ni David.
Seré yo así como ella una vez lo hizo conmigo.
—A nadie—Le digo y me levanto de la cama, tomo mi mochila y salgo sin mirar atrás.
Llego hasta mi auto y me echo a llorar. Me despedaza el alma saber que David me odia, pero no lo voy a perder, voy a buscarlo y le pediré perdón, tiene que saber que esa Susan ya no existe, que mi intención nunca fue engañarlo de esa manera.
Lo llamo al móvil pero no responde y supongo que tampoco está en su apartamento, pero aun así decido ir primero allí.
No tengo acceso al estacionamiento por lo que voy directamente a recepción y le pido al conserje que me deje subir.
—No puedo dejarla subir, señorita—Me dice muy amable—Tengo órdenes del señor Henderson en no dejarla subir.
¿Tanto me odia?
—Por favor, es urgente, tengo que verlo.
—Señorita si la dejo pasar, voy a perder mi trabajo.
—Le prometo que no sucederá, yo misma le diré que es mi culpa, por favor.
Suspira derrotado y me da acceso al último nivel. Sin tiempo que perder aprieto el último piso y se me hacen eternos los minutos mientras voy subiendo. Tengo que pensar en lo que voy a decirle.
Pedirle perdón no bastará, no puedo imaginarme lo que fue para él escuchar de mi boca admitir que lo había engañado de la peor manera posible. Lo amo, lo necesito y ahora que estoy a punto de perderlo me doy cuenta que tampoco puedo vivir sin él. No puedo regresar a la vida que tenía antes de haberlo conocido.
Aquella noche en aquel hotel, después de la boda. Nunca lo voy a olvidar la manera en que me hizo el amor, sin conocerme, sin saber mis demonios, él me amó esa noche y las siguientes después de esa.
El ascensor se abre y camino por el pasillo hasta llegar a su puerta. Con mi mano temblorosa y con el pulso acelerado toco.
Espero unos minutos y vuelvo a tocar, esta vez como una maldita desquiciada, no puede dejarme sin que le explique lo que sucedió.
Oh, sí que puede.
De nuevo aquella voz reprochándome, lo veía venir, el dolor en mi pecho era precisamente eso, que iba a perder a David por culpa mía, estaba tan concentrada en preocuparme por Dan que olvidé la otra cara de la moneda.
Toco una última vez hasta que la puerta se abre y David me fulmina con la mirada.
—Di la orden de que no te dejaran subir—me espeta furioso como si fuese una delincuente.
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Amarga Inocencia (En físico)
RomanceDespués de la muerte de mi padre, fue cuando mi corazón se endureció. ¿Cómo podría Dios quitarme al hombre, al héroe que uno ama desde que nace? Siempre me hago la misma pregunta y a veces pienso que nada es para siempre, nada es eterno, y la muerte...