Claire ha dejado de llorar y sigue aferrada a mi pecho. Tiene que decirle la verdad a Nick, tiene que hacerlo ella o sino lo haré yo. No estoy dispuesta a perder a otro de mis mejores amigos. Aunque sean pérdidas diferentes, no puedo dejar que Claire sea infeliz por miedo a su pasado.
—¿Tú sabes lo que le pasa, Susan?
Asiento con la cabeza y Claire no me detiene, la conozco perfectamente y sé que no es capaz de decirle la verdad.
—Todavía recuerdo su rostro—Digo—No es tan diferente como el que luce ahora.
Ocultaba debajo de unas grandes gafas de sol los golpes en su rostro.
—Su novio de veinticinco años la golpeaba hasta por respirar.
Claire tenía sólo diecisiete años, su relación duró cinco años, cinco años de maltrato, cinco años de humillaciones, cinco años de dolor, pero parece que es toda una vida la que Claire necesita para poder olvidarlo.
Eso era antes de llegar a imaginármela con mi hermano, ahora sé que él la puede sanar. Si yo sané, ella también puede hacerlo.
—¿Qué?—Le tiembla la voz a Nick.
—Fueron cinco años, Nick—Dice Claire viéndolo a los ojos.—Cinco años de dolor. Cuando empezaste a levantar la voz, esas imágenes regresaron a mi mente. No puedo... yo no...
—Amor—Dice Nick abrazándola.
Me entran las ganas de llorar y decido salir de la habitación, pero antes de hacerlo le doy un beso en el cabello a Claire y aprieto la mano de mi hermano y me voy.
Ahora es turno de él.
Seguían pasando los días y las clases fueron igual de deprimentes y aburridas. Miraba la hora del reloj a cada minuto y la sensación de mi corazón no se iba. No había vuelto a ver a Dan, y Claire se encontraba mucho mejor, parece que le había hecho un gran favor a ambos en revelar algo tan delicado, pero conocía a Claire y sabía que ella no lo iba a hacer nunca.
David me observaba, casi no comía y estaba distraída todo el tiempo. Esa tarde después de hacer el amor—Solamente una vez—mis pensamientos estaban en el aire, escuchaba su respiración y lo miraba mientras dormía, y lloré en silencio mientras imaginaba que todo estaba a punto de echarse a perder.
Salgo de la habitación desnuda y me encuentro con el violín que él me regaló en la sala principal. Veo la fotografía de sola en el mundo y empiezo a tocar de nuevo.
Cierro mis ojos y tomo el arco, acomodo el violín en mi hombro desnudo y empiezo a tocar.
Cada vibración es única y me hace olvidarme de todo. Es extraño, antes tocaba con miedo a que Dan me escuchase, pero desde que empecé a tocar frente a David el miedo se ha ido y ni siquiera me recuerda mi pasado, él me ha hecho volver a nacer en lo que más amo y eso es tocar.
Una vez termino de tocar la pieza, siento que alguien me observa y abro los ojos.
—Amo verte tocar desnuda—Dice mi sueño prohibido—¿Qué pieza tocabas?—Siempre me lo pregunta.
—Adagio.
—Es una pieza muy hermosa.
—Lo es.
—Pero siempre te gusta tocar cosas tristes.
—El violín es triste y las mejores piezas también, es la perfecta combinación.
Mi sueño prohibido se acerca y me da un largo beso en los labios, uno que amenaza que regresamos a la cama y no salgamos de ahí, pero debemos irnos, tenemos una cena muy importante a la que acudir.
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Amarga Inocencia (En físico)
RomanceDespués de la muerte de mi padre, fue cuando mi corazón se endureció. ¿Cómo podría Dios quitarme al hombre, al héroe que uno ama desde que nace? Siempre me hago la misma pregunta y a veces pienso que nada es para siempre, nada es eterno, y la muerte...