Capítulo 30

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Me veo al espejo y no sonrío, tengo la mirada perdida, no me veo igual que cuando me veo en el espejo de la casa de Henderson, no veo la misma inocencia, incluso después de hacer el amor, todavía puedo verla. Pero no aquí.

Claire entra y me sorprende viéndome a mí misma—Te ves hermosa, es increíble que hayas aceptado a que tu madre hiciera esto por ustedes.

—La verdad estoy empezando a retractarme—Confieso sin quitar la mirada en el pequeño vestido color crema que he elegido, mi cabello marrón está con sus ondas perfectas y mis mejillas rojas al poco maquillaje que llevo puesto.

—Todo estará bien—Me anima mi mejor amiga—Estaré a tu lado en todo momento y si quieres que nos escapemos por favor sólo tienes que decírmelo.

La adoro, siempre sabe cómo hacerme sonreír ante una situación tan difícil como ésta. No es que Henderson vaya a pedir mi mano, en realidad es una simple comida con mis hermanos y él, mi novio.

Sólo espero que nadie se dé a golpes esta noche.

Y no ser la primera en salir corriendo.

Mi madre me avisa que Henderson ha llegado y mi corazón empieza a latir nuevamente, es increíble que aún molesta con él, me haga sentir nerviosa y ansiosa por querer verlo.

Bajo casi corriendo las escaleras y me saca una sonrisa al ver que ha llegado con su perfecto traje bien estirado, y sus ojos que ahora es mi color favorito en el mundo, me ven de pies a cabeza.

—Estás hermosa, nena—Me besa en los labios y mi madre se sonroja orgullosa. —He traído esto para las dos mujeres más importantes de tu vida.

Con él trae tres pequeños ramos de flores, de diferentes colores.

Me entra la risa nerviosa, mi madre y mi mejor amiga toman su correspondiente ramo y suspiran al mismo momento en que mi sueño prohibido les sonríe.

—Gracias, guapo—Dice Claire—Perdón, profesor.

Se burla y pongo los ojos en blanco, a Henderson le hace gracia y mi madre le agradece con un fuerte abrazo.

—Gracias por las flores—Soy la última en decir una vez mi madre y Claire se han ido.

—Lamento mucho lo de ayer—Es el primero en romper el silencio, mientras llegamos hasta la sala principal.

—¿El qué lamentas? —Antes de que pueda responder, mi insolencia sale a flote—¿Qué ames a otra persona o que tengas que soportar verla con mi hermano?

No dice nada y en ese momento la puerta se abre y es el motivo de mi temor. Isabelle y Matthew entran tomados de la mano y le sonríen a mi madre, al mismo momento en que nos ven a nosotros también.

Henderson es el primero en ponerse de pie y lo sigo, mi hermano mayor me ve con recelo pero al mismo tiempo se acerca y me da un rápido abrazo.

—Susan—Dice Belle abrazándome, se siente tan bien verla, y al mismo tiempo me siento mal tener que sentir esta lucha interna.

—Matt—asiente Henderson y le ofrece su mano.

Matthew lo piensa por un segundo y se la estrecha fuerte. Belle y yo nos vemos y sabemos que es muy difícil para ellos contenerse.

Durante la comida, había un silencio muy incómodo, mi hermano no quitaba los ojos de mí o de Henderson, Belle se revolvía incómoda, y Nick con Claire parecía ser la única pareja ajena a todo lo que sucedía a su alrededor.

—He escuchado que te va muy bien en el trabajo y con el máster, Belle—Dice mi madre, para romper el silencio de casi media hora.

—Creo que ahora sólo será el máster—Dice un poco culpable—Mi cuerpo no puede con tanto estrés.

Amarga Inocencia (En físico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora