Esta historia se basa en el shipping de 2 creadoras de contenido que viven en España, mejor conocidas como las Coleguis.
Lucia de la Puerta y Aida Redruejo por azares del destino coincidieron en un evento en el verano y desde ese encuentro maravil...
Me encanta pasar tiempo en Madrid y más si tengo la oportunidad de estar con Aidi. Por supuesto que también me gusta Bilbao, pues allá vive mi familia y están mis amistades de años, solo que estando en Madrid tengo más posibilidades de desempeñarme tanto en medicina que es lo que estoy estudiando, como en lo que me apasiona hacer, que es la actuación; ojalá tuviera más tiempo libre para tomar más cursos como lo hice antes, espero poder hacerlo dentro de un tiempo.
Hoy nos hemos despertado muy temprano, Aidi se ha ido a la escuela y yo aunque no tengo que ir a clases, si tengo mucho que estudiar. Por lo cual aprovecho todo el tiempo que tengo disponible, asi mientras Aidi está en clases, puedo avanzar todo lo que pueda con mis hojas de estudio y cuando ella regrese, poder tomarme un tiempo libre, para dedicárselo a mí niña.
Éstos últimos días, desde que Aidi fue a Bilbao a verme y luego nos regresamos juntas a Madrid, me he dedicado mucho a estudiar y casi no he estado con ella, sé que mi niña me entiende, sabe lo importante que es que tenga buenas notas en los exámenes, porque así muy probablemente para el próximo año, pueda tramitar un intercambio y estudiar aquí en Madrid, cerca de ella. Eso es lo que más anhelamos, a Aidi le entusiasma mucho esa posibilidad, es que solo el pensar en poder a cortar la distancia que hace que nos separemos cada cierto tiempo, seria fantástico. Por eso me esfuerzo todo lo que puedo y le dedico mucho tiempo para estudiar cien por cien y que todo salga cómo esperamos.
Ya por la tarde mi niña ha regresado a casa algo cansada, para estar con ella me tomo un tiempo de descanso, nos recostamos ambas en el sofá de la sala para descansar. Solo puedo dormir poco tiempo, pues tengo que seguir estudiando entonces Aidi me dice que me duerma yo primero, que ella cuidará de mi sueño, así que me recuesto sobre su pecho y dejo que me abrace.
-Te eche de menos hoy- le digo mientras estoy cómodamente junto a ella.
-Yo también- me dice dándome besos en la frente.
- Que pereza, no quero estudiar- me quejo.
-Pues piensa en la pedazo de médico que vas a llegar a ser- me dice tratando de motivarme.
- Te quiero tanto- suspiro al decirlo
- Yo mas.
-Gracias por cuidarme, estoy súper agusto aquí contigo- le agradezco.
- No tienes nada que agradecer- me responde.
- Ésta será mi nueva posición para dormir, ahora tu brazo será mi almohada- le digo gustosamente.
-Pero siempre te recuestas más en mi brazo, que yo en el tuyo- cuestiona lo que digo.
-Mejor duerme tu que yo te cuido y luego me pongo a estudiar- intento pararme pero no me deja.
- No, no, quédate aquí un rato más anda- me dice abrazándome más fuerte.
-Yo estoy súper agusto- expreso.
- Lo sé, si conmigo siempre estás agusto- sonríe y me afirma lo que le expreso.
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Me pone tan nerviosa que ya no se que contestarle, enserio que estoy súper agusto así recostada, definitivamente ésta será mi posición para dormir, además el que me llene de besos toda la cara, me acaricie el cabello sutilmente todo el tiempo, me hace sentir mucha paz y tranquilidad, tanto que no hay mejor lugar en el que yo quisiera estar. Así podríamos pasar todo el día sin problema, pero tenemos cosas por hacer.
Después de un tiempo en donde la mayor parte de los días me la he pasado estudiando, tambien me he dado tiempo para salir con nuestros amigos y otras veces las dos solas, que guay la hemos pasado. Aunque los viajes de Bilbao a Madrid y viceversa, que he realizado, han sido un poco desgastante. Ahora tengo casi una semana que no voy a Madrid y se me ha echo difícil ésta semana sin poder ver a mi niña, le echo mucho de menos, se que ella también la ha pasado mal porque me lo ha dicho; aunque nos llamemos y escribamos todos los días, para nada es lo mismo, nada sé compara con el tenerle cerca, a mi lado.
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Mañana pienso viajar a Madrid y eso me tiene entusiasmada, pues otra vez estaremos juntas aunque sea por pocos días. Si supiera como mi corazón se alegra cada vez que voy a verle así cómo al principio o talvez un poco o mucho más. Pienso en ella a todas horas y se que ella piensa en mi, tanto como yo lo hago, a cada rato me la paso viendo la pantalla de mi móvil, pues al ver la foto de nosotras juntas me anima un poco.
Le llamaré ahora para desearle buenas noches y recordarle que mañana nos veremos nuevamente.
-Hola Lu! ¿Cómo estás?- me saluda.
- Me siento cansada- le respondo.
- Cómo no, si te la haz pasado todo el día estudiando- me comenta algo preocupada.
- Almenos ya empaque mi maleta y dejé todo listo para mañana- le digo.
- Yo en esas estoy apenas, haber como llevo todo- me contesta.
- He pensado en ti todo el día- le expreso a Aidi.
- Basta! que me la voy a creer- duda de lo que le digo.
- Ya me iré a dormir, es algo tarde y mañana hay mucho que hacer- me empiezo a despedir de mi niña.
-Yo igual, mañana hay que levantarse muy temprano- se despide.
-Mañana te veo, te quiero vale!
-Si porfa, te quiero más.
A pesar del cansancio que tengo, el hablar con Aidi y escuchar su dulce voz, me reconforta bastante.
Cuando la conocí, nunca imaginé todo lo que podría hacerme sentir, en ese momento en que la vi, me impacto el ver tanta belleza en una sola persona y aunque empezamos haciendo bromas una a la otra, con el paso del tiempo todo fue cambiando, al grado que ahora ya no sale de mi mente, la pienso todo el día, todos los días; es mas ya no puedo pensar en algún plan para hacer, sin contemplarla a ella.
