Coleguis una amistad enamorada (AiLu)

Parte 8 Te echaré de menos

POV Aidi

Escucho algunos ruidos afuera del dormitorio que hacen que me despierte, cojo el móvil para ver la hora y apenas son 9:00 am; el fastidioso ruido es porque la mayoría de los asistentes al festival ya se están regresando a sus ciudades.

Observo a mi alrededor y todos aún siguen durmiendo, a un lado de mi veo acostada a Lu, no puedo evitar sonreír al verle dormir, es que no se puede ver más hermosa de lo que ya es; me vuelvo a recostar junto a ella y la abrazo para seguir durmiendo.

Pasadas un par de horas, logro despertar y veo que todos ya están acomodando sus maletas, veo cerca a Lu y le pregunto el porque no me habia despertado.

Lu - es que te veías tan linda qué no quise...

El verla a los ojos mientras escucho esas palabras me hace sonrojar un poco, qué cosas dices pero te lo agradezco y le sonrío cómo suelo hacerlo.
Estoy tan feliz por saber que ella pasará unos días en Madrid porque podré seguir disfrutando de su compañía.
De camino a Madrid nos sentamos juntas y nos turnamos para recostarnos sobre el regazo de la otra, después de que tomé la iniciativa.

Al día siguiente acorde con Lu que nos veríamos para comer; aún en casa y antes de salir a mi encuentro con ella, revisó mis redes sociales pues tenía días que no había publicado nada.
Cómo ya es costumbre reviso su perfil y veo que sigue publicando más y más videos con indirectas; pero solo son eso porque no hace nada cuando estoy con ella; al verlos pienso que ni de coña ésta niña va a estar vacilándome, asi que decido seguir aplicar la misma estrategia pero a mi estilo.

Estando ya en el lugar del encuentro, Lu aprovecha para grabar y seguir con las indirectas, aunque se que son solo eso, verla hacerlo me hace flipar.

Días después la acompañe al antro de moda en Madrid, esperaba que fuese otra noche especial; pero para mí mala fortuna Lu encontró a varias amistades ahí y me tuve que conformar con verle de lejos por un rato, aunque en realidad eran unos cuantos pasos yo sentía que la distancia era más que eso.

Me puse algo triste pues sabia que a la tarde siguiente cada una tomaría diferentes direcciones por algún tiempo, por eso solo queria estar a su lado y disfrutar todo los momentos que pudiese esa noche.
No podía molestarme con ella porque cada vez que podia se acercaba a mí y trataba de hacerme reír, ella podía notar lo seria que estaba; rayos! es tan guapa y divertida qué no puedo evitar sonreír con cada cosa que dice.
Al fin y después de mucho esperar Lu era toda para mí.
Normalmente soy cariñosa pero con ella me pasa algo más, pues en todo momento quiero abrazarla y besarla aunque por ahora solo sea en la mejilla, ese tiempo que compartimos solo ella y yo lo disfruté demasiado bien.

No puedo creer todo lo que me pasa con ella y pienso en qué voy a hacer el tiempo sin verle.
Como vivo algo retirado de la ciudad, me quedo en la casa de la tía de Lu, así almenos podía estar unas horas más a su lado.
Ella se duerme antes y yo no quiero dejar de mirar lo tierna que se ve dormida, me recuesto a su lado y la abrazo; me gusta su calor corporal hace que me sienta demasiado bien.

Llegó el día más triste de todos los que hemos pasado. Por cuánto tiempo sera? no lo sabemos.
Solo podía pensar en si ella me echaría tanto de menos al igual que yo.
Al llegar la hora del adiós la beso en la mejilla y la abrazo fuertemente, para que la sensación le durará por muchos días.

POV Lu

Casi es medio día y tenemos que empezar a guardar las cosas en los equipajes, que bien me siento apesar del desvelo de la noche anterior; en verdad que no recuerdo la última vez que me sentí de esta manera y todo por el simple echo de qué Aidi estaba conmigo.

Verle dormir me provoca algunas emociones que no quisiera admitir, no la quise despertar pues asi se veía tan linda.
De pronto escucho su inigualable voz preguntándome por qué no le había despertado, le dije la razón y noto que se ha sonrojado, verle en esa situación provoca aun mas emociones en mi .
Aprovecho a decirle que me quedaré unos días en Madrid para hacer algunas cosas que tengo pendiente, aunque la verdad el querer quedarme es para estar con ella, pero eso no lo tiene que saber.
De trayecto a la ciudad ella viene sentada junto a mí, de pronto se recuesta sobre mis piernas sin decirme nada, sé que está cansada al igual que yo; así que la dejó, no digo nada y solo la contemplo.
Aprovecho para acariciarle el cabello y darle algunos besitos en la mejilla, después cambiamos de lugar y ella hace lo mismo; esa era la puta mejor sensación de todas, yo no quería que ese viaje llegara a su destino.

Pasé la noche en casa de unos familiares y acordé con Aidi en ir a comer al siguiente día.

Nos encontramos platicando en el restaurante y como en todos los encuentros, super agusto; aprovecho la ocasión para grabar un video que se me ocurrió hacer, me gusta ver su expresión al mirarlo. Para mí sorpresa veo en su perfil que ella también ha subido videos con indirectas, pero no le digo nada sobre ello.

Me llama una amiga para invitarme a uno de los antros de la ciudad, le pregunto a Aidi si quisiera ir; a lo que me contesta que si. Me hace feliz saber eso pues pienso que sera otra noche de esas que me empiezan a gustar.
Llegando al antro me encuentro a unas amistades que tenía tiempo sin ver y aunque quiero no puedo evitarlas, Aidi me da mi espacio y aunque yo esté platicando aparte no dejo de mirar lo que hace. Me doy cuenta que está algo seria, corro hacia ella y trato de decirle algo divertido para hacerla reír; anda guapa que ya casi estoy contigo.

Después de un rato por fin puedo disfrutar la noche junto a ella, ya nadie me impedirá dedicarle todo el tiempo que queda. Trato de contentarla y ella me la pone fácil, platicamos y recordamos algunos de las cosas que hemos vivido, entre abrazos y besos que quisiera que fueran más que en la mejilla; yo no puedo dejar de mirarle a los ojos en todo momento, es que esta niña provoca tanto en mí que no se disimularlo.

Ha llegado el día que no quería que llegara, pienso en cuántos días o semanas estaré sin verla.
Llegó la hora de la despedida, solo puedo mirarla a los ojos, esos que casi no se ven cuando sonríe y se que echaré de menos; ella me abraza tan fuerte que hace que yo no quiera soltarla.
No sé quién de las dos tenga la peor expresión de tristeza, ella me tranquiliza diciendo que los días pasarán rápido y que pronto volvernos a encontrarnos; en ese momento quisiera decirle lo que creo sentir, pero no digo nada.