"I Might Not Be The Right One" Puede que no sea el correcto.

Capítulo 16 "Idiota"

¿cómo esperaba que pudiera descansar después de cómo se sentía?

Casi de inmediato Pete se dejó envolver por el cansancio, sus parpados pesaban y se quedó dormido, Bible de igual forma estaba tan malditamente cansado, pero dormir no era una opción cuando su corazón palpitaba de forma tan abrupta, tumbados sobre la cama, la camisa de Pete estaba un poco entre abierta dejando al descubierto el inicio de su blanco, terso y hermoso pecho,  por un momento Bible se perdió observando al chico que dormía tan plácidamente, frente a él, soltando pequeños soniditos.

No, definitivamente no era una opción dormir y perderse ese espectáculo que se develaba frente a sus ojos, gotas de sudor rodaban por la frente del castaño, algunos cabellos mojados se pegaban por el mismo sudor en su frente, sus hermosas pestañas largas que revoloteaban inconscientemente, tal vez soñaba con algo pues en un momento observo como se arrugo un poco el entrecejo, sus pómulos teñidos de color carmesí, sus hermosos labios rosados, húmedos y jodidamente deseables, su cuello estilizado que pedía a gritos ser besado, no debía pero se acercó un poco suavemente, rogaba porque Pete durmiera profundo, con su nariz delicadamente puesta sobre el cuello del castaño olfateo un poco, no creía estar haciendo algo malo, sus ojos se entrecerraron un poco un suspiro se escapó de su garganta y volvió a abrir los ojos, desde el punto en el que estaba se observaba más el pecho del chico entre su camisa, diablos ese pecho al descubierto era una invitación directa a la lujuria.

¿pero que estoy pensando? 

Bible sacudió su cabeza tratando de poner orden a sus pensamientos, intento que fue totalmente en vano, pues era claro, que la fuerza que se apoderaba de su cuerpo nada tenía que ver con ideas o pensamientos sino con deseo propiamente carnal, se levantó con el cuidado que requería no despertar al contrario, seguía ensimismado en la figura de Pete sobre la cama, tan dulce, angelical y tan provocativa a la vez que emanaba una sutil aura de excitación, quería arrancarle la inocencia que expresaba ante la vista –no soporto más - se dijo en susurro así mismo, suavemente camino hacia el baño y cerró la puerta.

Sentía como un calor incandescente recorría su cuerpo, súbitamente se concentraba en la parte baja de su abdomen, despacio, pero con presión cerraba sus piernas creando un pequeño roce en su entrepierna, diablos apoyó con firmeza, su mano izquierda en la pared que tenía al frente, cerraba sus ojos y respiraba aceleradamente, no creía lo que estaba a punto de hacer pero si no lo hacía se arrepentiría, humedeciendo sus labios comenzó a levantar su camisa con la mano derecha, la introdujo teniendo acceso directo a su piel y con ella inicio a recorrer su abdomen suave e insinuantemente mientras subía hacia su pecho, en su mente la imagen de Pete se aferraba, deseaba ansiosamente que esa, no fuera su mano sino la del chico.

Como deseaba ser tocado de forma atrevida y pecaminosa, pudo notar como sus pezones estaban duros –ummmmmmm- en un lapsus de cordura se detuvo un momento, respiro profundamente, acaso estaba bien sentirse tan locamente atraído por un hombre y más aun sabiendo que este hombre era su amigo, aunque tal vez esa barrera de amigo, ya habría sido sobrepasada con aquel beso desesperado que se habían dado y que ahora era un potente detonante de la explosión que sentía recorrer su cuerpo.

Aquel pensamiento prudente desapareció por completo, al recordar los hermosos ojos y provocativos labios de Pete, acerco su mano a su boca y de forma casi pervertida la lamio para humedecerla e introducirla en su pantalón-ahhhhhhhhhh- soltó un pequeño jadeo al sentir su mano en su miembro que poco a poco comenzaba a crecer, trato de morder sus labios para que no se escapara tan fuerte el sonido que involuntariamente deseaba fugarse.

La coloco firme en la base de este y comenzó a subir hasta el glande y a bajar nuevamente ejerciendo presión con movimientos lentos pero fuertes – quiero que me toques Pete, quiero hacerlo yo también, quiero joderte- se decía suavemente, lo deseaba y no estaba dispuesto a apagar esos deseos, no por lo menos en ese momento, los movimientos se incrementaban en velocidad, estaba agitado, pronto el cuarto inundado de calor, su pulso acelerado y se escuchaban suaves suspiros que se notaban disminuidos por no poder dejar que salieran como su dueño quisiera.