"I Might Not Be The Right One" Puede que no sea el correcto.

Capítulo 20 "Pensamiento claro"

BIBLE

-¿necesitas ayuda? –

Fue lo único que salió de mi boca, en forma de susurro ante tanta belleza y lujuria junta que lograba observar en ese momento, trataba de ocultar mi respiración agitada, cortos minutos antes de hacer mi intromisión de esa manera tan abrupta, me encontraba luchando con mi desesperación pues realmente no iba a entrar, me estaba deleitando placenteramente con los sonidos que llegaban a mis oídos desde el interior de la camioneta, pero el escuchar mi nombre dicho de esa manera tan desesperante y suplicante a la vez hizo, que no soportara más el estar afuera.

Así que ingrese de golpe, sin aviso alguno y allí estaba él tan malditamente provocativo, con sus mejillas teñidas de color carmesí, algunas gotas de sudor rodaban como pequeñas perlas por el borde de su rostro desde su frente hasta ese delicioso cuello, con un brazo se apoyaba en el sillón con fuerza mientras arqueaba desesperado la espalda y con el otro realizaba movimientos inquietos en su miembro sobre la tela que lo cubría, diablos esa imagen solo podía llenarme aún más de éxtasis y nublar cualquier pensamiento equilibrado que existiera, el observar ese creciente anhelo que desbordaba en él hacia mi tentaba mi cordura y me enloquecía por completo.

Note como agitado quedo perplejo, al verme ingresar y sentir sobre él mi presencia, el sonrojo de sus mejillas se acrecentó aún más, evidentemente le costaba respirar con facilidad sus ojos se desbordaban y aunque quisiera no podía detener el subí baja de su pecho que amenazaba con dejar salir su corazón.

Sin pensarlo, porque enserio que, si lo pensaba más de dos veces, gracias a mi maldita indecisión e inseguridad no lo hubiera hecho, me acerque y pose mis labios en los suyos, robando primero un pequeño y suave beso que se convirtió en algo de corte más perverso con el pasar de los segundos y la búsqueda de la satisfacción, pete recibió el beso, pero tan pronto como mi lengua se introdujo en su cavidad alejo un poco su cabeza.

Tratando de coordinar sus palabras, ya que la respiración entre cortada no lo dejaba hacerlo tranquilamente, dijo - ¿qué haces? - su voz camuflada entre sorpresa y miedo a la vez.

-lo siento, no sé lo que hago- observe sus ojos y me disculpe porque imagine el terror en su mente, quería que supiera que no haría nada con lo que él no estuviera de acuerdo.

- pero sí, sé que lo deseo- se me dificultaba el respirar, tal vez era por el espacio cerrado, recargue mi frente sobre la suya y acomode mis piernas una a cada lado de su cuerpo -Te deseo Pete- seguía respirando entre cortado frente a él con los ojos cerrados e involuntariamente mi mano comenzaba a acariciar su cintura por sobre la tela.

Me había costado tanto tiempo decirlo, un poco del peso que me aprisionaba constantemente salía de mi cuerpo, pues finalmente lo lograba, desde lo más profundo de mi ser lo deseaba, hace mucho tiempo soñaba con él, con tenerlo de esta manera, con decirle lo que en mis pensamientos se acunaba cada vez que lo tenía frente a mí –déjame estar solo un momento contigo- dije pasando saliva forzadamente aun con mi frente sobre la suya.

-déjame observarte, quiero ver que hagas lo que estabas haciendo, por favor continua, ansió desesperadamente ver tu rostro inundado de deseo y sensualidad-

PETE

El sentir ese beso provocador e insinuante sobre mis labios, me paralizo por completo, por más que trataba, mi cabeza no se conectaba con mi raciocinio y menos con mi cuerpo, el espacio entre nosotros era cada vez más escaso y eso hacía que mi mente se nublara por completo en primer lugar, ni siquiera sabía porque me estaba masturbando pensando en él, en que momento su imagen seductora se había metido tanto en mi cabeza que quería tenerlo a mi lado y ahora que estaba sobre mí en verdad, me descolocaba por completo y me sacaba de mi realidad, definitivamente me desconocía pues el placer recorría mis venas como un océano sin control y aunque le pregunte que hacía, las palabras que prosiguieron a mi duda encendieron la llama que me recorría aún más,  me sentí Incapaz de dejar salir una palabra de mi boca y me resigne a solo escucharlo, sin pensarlo más de dos veces, asentí a lo que me acababa de pedir.