Capítulo 7

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Entrar a la iglesia es la parte más importante para los visitantes, desde la sala del coro se puede apreciar casi toda la estructura, pero estar a unos metros del Retablo Mayor es otra cosa, ver de cerca las esculturas de las personas que un día habitaron en esta tierra hasta llega a ser intimidante, un dato interesante es que las imágenes de santas y santos, que habitan en el Retablo y en los altares, son casi de tamaño real o humano, esto para hacer la comparación con el hombre y su paso por la vida en este mundo.

- Y todo el Retablo Mayor esta bañado en pan de oro, una fina capa de oro; aclaro en mi explicación.

Estoy guiando a un grupo de amigos, visten de traje y llevan credenciales de una institución, son tres mujeres y dos varones. Bajamos a la cripta y les aclaro que tengan mucho cuidado, ya que no hay mucha iluminación, y aquí les explico la última parte del recorrido, llevamos una hora y hoy debo salir a tiempo, ya que entro a mi trabajo más temprano, por el tema de la mercadería que llegó en la mañana, como todos los jueves.

- Gracias por su atención y en verdad espero que se lleven un gran recuerdo de este lugar, quiero decir, la experiencia, no un objeto, aunque tenemos a la venta muchos "souvenirs"; termino con una leve sonrisa y ellos me corresponden.

- Muchas gracias... Ariana, una muy buena explicación; dice uno y yo me limito a asentir, entonces vuelven a darme propina como en la tienda, más que el dinero, queda la satisfacción de que la hayan pasado bien en todo el recorrido, y claro, de que otra vez sea un billete.

Doy media vuelta y me encuentro con la nueva, apenas llegué al museo le pregunté por el libro y me dijo que lo devolvería en unas semanas, por favor; paso por su lado y vuelve a hablarme.

- A mí me dieron uno de cincuenta el primer día, puedes creerlo; presume mientras entra detrás de mí a la cafetería, rayos, está vacío.

- Me alegro por ti; musito alzando las cejas en señal de asombro.

- Aunque solo me alcanzó para el almuerzo, en fin, tampoco es que lo necesite; aclara mientras se acomoda el cabello rizado.

"Por favor, Dios mío, que suene el timbre y llévatela lejos"

Pido mientras miro hacia arriba, entonces mis plegarias son escuchadas y el timbre suena de repente.

- Te toca; me apresuro a decir.

- Puedes ir tú, no tengo ganas de salir

No quiero pelear y si es por ya no verla, todo está bien, asiento y salgo sin problema, apenas abro la puerta me encuentro con un chico de buen porte, es muy simpático, pero me quedo quieta uno segundos ya que detrás de él está una chica, y me parece que la he visto en otra ocasión, pienso y nada, hasta que habla con el chico y esto me transporta a la tienda, a mi trabajo, es la chica que habló con mi no novio, digo con Bruno, en fin.

- Buenos días "Paz y Bien" para ustedes, me presento, soy Ariana y seré su guía por las siguientes dos horas a menos que tengan menos tiempo; les digo la frase de presentación de manera monótona, porque sigo recordando ese día.

- Hola Ariana, descuida, está bien, cierto; me comunica el chico mientras mira a la chica y ella asiente con una sonrisa y vuelve a su celular, parece que está chateando.

- ¿Cuáles son sus nombres?; pregunto con mucha curiosidad y una leve sonrisa.

- Teo, Ava ¿Por qué no me dijeron que vendrían?, malvados, no puedo creer que me eviten en mi propio trabajo; masculla una chica a unos pasos de mí, es Charlotte, entonces los conoce, son sus amigos.

Giro para verla y ya no sé qué hacer, pero creo que lo mejor será dejarla con sus amigos y eso me lo hace saber al saludarlos, ignorándome por completo, volteo los ojos y paso por su delante para volver a entrar a la cafetería, pero escucho otra vez el timbre, eso solo quiere decir una cosa, más visitas, de manera inconsciente limpio mis manos en mi uniforme y doy media vuelta, entonces me encuentro con alguien conocido para mí.

"Más parientes"; pienso en tono de burla.

- Hola; saluda mi hermano con mucha efusividad, abre los brazos y correspondo a su abrazo después de darle un leve golpe en el estómago.

- ¿Por qué no dijiste que vendrías?; le pregunto con un puchero.

- Pero mira lo que es la casualidad, justo tú, la que sabe inglés, Can yo help me with this?

Lo acompañan dos chicos, ambos extranjeros, me sonríen y yo hago lo mismo mientras me separo de mi hermano.

- ¿Esperabas que sea otra u otro?; pregunto divertida mientras miro de reojo al grupo que deje atrás, uno de ellos nos está viendo, de eso estoy segura.

- Por el momento, otro no; me susurra mientras mira a unos de ellos.

De manera inconsciente giro la cabeza y en efecto, el amigo de Charlotte me está mirando directamente a los ojos, para luego mirar a mi hermano, creo que espera que también él lo haga. Entonces hago memoria, Charlotte lo llamó Teo, y ese nombre me transporta a la conversación con mi hermano, me limito a girar y a formar una "O" con mis labios. Vuelvo a concentrarme en mi grupo, entonces mi hermano me presenta a sus amigos y uno de ellos le sujeta la mano.

"¡Ay por Dios!"

Solo me queda sonreír y los conduzco por una dirección opuesta a donde se dirige Charlotte y sus amigos, me presento y les digo que ellos suban primero, entonces quiero comprobar mis sospechas, vuelvo a ver por la ventana que da al patio y en efecto, Teo nos sigue con la mirada, esta es triste y a la vez enojada, eso presiento y no me equivoco, Teo Belmonte está celoso.

No Se Enamoren de Ari (Por favor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora