No Se Enamoren de Ari (Por favor)

Capítulo 16 (Segunda parte) :) +18

Bruno por fin me cuenta lo que pasó el lunes, pero cuando le propuse salir a bailar con Abi, él aceptó de inmediato, incluso me sentí mal, porque él estaba comenzando algo con otra persona, pero ahora que lo veo tomando, sé que las cosas no acabaron como su corazón lo esperaba.

- Ella se guía por lo que puede ver en mí, pero no por lo que soy en verdad; me cuenta mientras le da otra calada a su cigarrillo.

- Y ¿Qué no puede ver ella?

Gira un poco para verme y apoya su cabeza en la palma de la mano, la música está fuerte, hay muchas parejas en la pista, pero nosotros nos concentramos en los sentimientos de mi amigo.

- Crees que me visto mal; pregunta ignorando la mía, no está tomando por diversión, está ahogando sus penas en whisky.

- Eso no me importa, solo sé que te desvistes mejor; respondo con una ceja arqueada.

Comienza a reír y a tomarse otro trago, pero esta vez de golpe, no digo nada, porque yo también lo hago, exactamente no sé qué paso, pero ya puedo imaginarlo.

- Te das cuenta que es la primera vez que te pregunto algo así, qué carajos me pasa, que se vaya a la mierda; espeta mientras prende otro cigarrillo.

- ¡Salud por eso!; ironizo y no puedo evitar sonreír, porque si esa tipa no lo valora, yo sí valoro otras cosas de él, me maquillo los labios y me apoyo en el respaldar del asiento, entonces vuelve a mirarme, concentrándose en mi labios y yo me limito a sonreír, porque se lo que significa y también lo quiero.

Me entrego a la oscuridad mientras mis muslos sienten el frío de la cerámica, Bruno me besa con agresividad, mis dedos se enredan en su cabellera mientras gimo con ganas, porque sus manos saben cuáles son mis puntos débiles, se separa de mí y me sujeta de la barbilla, quiere que lo vea pero estoy demasiado excitada para corresponderle. Entonces se separa de mí, mis manos tocan el lavamanos donde estoy sentada. Me muerdo el labio inferior y él se choca con la puerta de un cubículo del baño por retroceder tan rápido, sonrío pero él sigue serio y eso me enciende, escuchamos la música del otro lado, es una muy movida y eso lo enciende a él.

Relamo mis labios mientras él se quita la chaqueta de cuero y me la lanza, la atrapo con una sola mano y me la pongo, continua con la solera, desciende hasta el suelo, casi en una pose de hombre araña, se para con lentitud, está bailando para mí y no puedo dejar de verlo. Se desabrocha el pantalón luego de que el cinturón sale volando, camina con lentitud hasta colocar sus manos sobre las mías, están calientes, como él.

- Entonces te gusta más cuando me desvisto; musita con la boca entreabierta.

- Sí; afirmo con una sonrisa complaciente.

Trago saliva con dificultad al ver como libera su erección, y guía mis manos para que lo toque, lo masturbo con delicadeza para luego bajar del lavamanos, desciendo hasta que mi rostro está a unos centímetros de su amiguito, y no espero un segundo más para introducirlo en mi boca, deja escapar gritos de excitación, y me pide más, se está sujetando al lavamanos, mueve la pelvis para que me lo meta más adentro y así lo hago.

- ¡Ari!; alcanza a decir mi nombre después de un gemido, entonces se corre en mi boca y siento como el líquido viscoso y caliente entra por mi garganta.

Me relamo los labios después de que llega al orgasmo, volvemos a mirarnos y él no duda en besarme, mientras fricciona su parte con la mía, me sujeta con ambas manos para no alejarme de su boca, yo me apresuro para bajarme el short y siento como otra prenda está húmeda, pero él lo presiente y me detiene, sujeta mis caderas para luego encargarse él, siento como mi short cae, luego mi calzón. En un abrir y cerras de ojos le pongo el condón que tengo en su chaqueta, enrollo mis brazos en su cuello y acomodo mis muslos en sus caderas, en una posición cómoda para que me penetre, y así, apoyada en el lavamanos, siento su agresividad, empuja con fuerza, con ganas, con deseo, aprieta los dientes y yo choco mi frente con la suya.

- Esto... me... hace feliz; masculla con la voz ronca mientras sus embestidas son más salvajes

- Ah; gimo cerca a sus labios.

No pasa mucho para verme al espejo de varones, mientras mis manos temblorosas se aferran al lavamanos y mi cuerpo no deja de convulsionar por sus embestidas, él también eleva la mirada, está detrás de mí haciendo su trabajo, arqueo la espalda y me agarro con más fuerza mientras mis rodillas no dejan de temblar, luego apoyo mi cabeza en su hombro al sentir esa sensación que me eleva al cielo.

Cierro su bragueta y lo beso una vez más, solo ahora me doy que está muy borracho, pero aun así, sabía lo que me estaba haciendo.

- Es hora de volver o creerán que nos fuimos, eh; le digo mientras intento que reacciona.

Mantiene los ojos cerrados sin despegar su frente de la mía, entonces se pronuncia.

- Te amo

...

NOTA

"Oh por Dios, se lo dijo, se lo dijo, se lo dijo, recuerden solo los borrachos y los niños dicen la verdad" :)

XOXOXO