Capítulo 10

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Ya es sábado y tengo ganas de que sea lunes, para tomar un descanso del museo y del trabajo, sujeto un cuaderno con forro de peluche de color rosado, en el centro tiene un unicornio brillante, lleno de lentejuelas, pero lo vuelvo a dejar en su lugar, porque ya reservé uno y sé que a mi hermana le va a encantar, solo por ver su sonrisa haría cualquier cosa, porque ya ha perdido mucho.

- Ve a tomar tu descanso; me dice Jorge.

Asiento y entro a la oficina para sacar mi lonchera del casillero, estoy bajando las gradas y decido sacar mi celular del mandil, porque quiero responder un mensaje lo más antes posible, solo me concentro en la pantalla y de un segundo a otro lo veo en el suelo después de chocar con alguien.

"Carajo"

Me apresuro a recogerlo para revisarlo y está bien, mi alma vuelve a mi cuerpo, pero escucho mi palabrota en voz alta.

- ¡Carajo!; masculla... Ava, la hermana de... Milán, miércoles.

Entonces me doy cuenta lo que acaba de pasar, yo y Milán chocamos porque ambos estábamos metidos en la tecnología, sin embargo mi celular está bien y el suyo no.

- Con permiso; alcanzo a decir y me apresuro a sacar la llave del edificio, donde está la bodega y la cocina.

- Espera, el celular de mi hermano no funciona; espeta la chica y sé que se dirige a mí.

Introduzco la llave equivocada, maldigo por lo bajo e intento con la otra, pero la chica está a mi lado, giro para verla y ella cambia de expresión, como si intentara recordarme, por favor no.

- Tú...; y se queda suspendida.

No termina su frase porque su hermano niega con la cabeza e intenta decirle que lo llevará a un técnico, eso intenta decirle en lenguaje de señas.

- Ay Milán... ¿Qué?, no te entiendo, toma mi móvil; le regaña mientras le da su celular.

- Dice que lo llevará a un técnico; digo con seriedad.

Ella vuelve a mirarme más confundida, pero Milán me reconoce y ahora dice que no quiere escándalos, quiere que le diga eso, me parece que ha practicado mucho, eso me agrada.

- También dice que no quiere que hagas escándalos en plena calle, porque yo no soy responsable, que fue un accidente; aclaro mirándola a los ojos, mientras aplico el lenguaje de señas también.

- Tú... entiendes o...; se queda suspendida mientras lee lo que su hermano acaba de escribir en su celular y luego me lo muestra, qué hace.

Abro los ojos más de lo necesario y me muerdo el labio inferior para no reír, porque adicionó lo que dije y otra cosa más.

Mensaje (Milán) - No quiero que hagas escándalos en plena calle como una loca, porque ella no es responsable, fue un accidente -

Vuelvo a mirarlo y asiento con la cabeza, porque es la verdad, me alegra que él lo entienda, la chica se abre paso y comienza a caminar mientras sigue hablando.

- Cada vez estás más insoportable, que bueno que no me...; se detiene porque sabe que yo puedo decírselo, me mira con el ceño fruncido y se va.

Le digo lo que le dijo y él se limita a encogerse de hombros, desvío la mirada y veo como lo espera en las gradas de la tienda, agradezco que sea mi descanso, pero cierro los ojos al darme cuenta que perdí mucho tiempo con ellos, en efecto, me quedan nueve minutos solamente.

- Debo entrar, me queda solo cinco minutos de descanso; lo digo en voz alta y en lenguaje de señas, también quiero que la otra escuche.

Asiente y por segunda vez escucho su voz.

- Sí, fue un accidente, pero yo... salí perdiendo, recuerda eso Ari

Le dedico una mirada con los ojos entrecerrados hasta que entra a la tienda con su hermana, solo espero que en nueve minutos hagan sus compras y se vayan.

No Se Enamoren de Ari (Por favor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora