La semana pasa muy rápido y mis acciones tienen sus reacciones, Milán no ha vuelto a la tienda, ni a mi casa, ni a nada, solo algunas llamadas, pero prefiero que vuelva a ser un completo desconocido en mi lista de contactos y como era de esperarse, su familia tampoco ha vuelto a la tienda.
Bruno también está ausente, creo que muy ocupado en el trabajo, tampoco me importa. Falta una hora para que cerremos y yo ya estoy lista para mi propia fiesta, Vlad vendrá por mí, él ya sabe lo que me pasa y quiere hacer un brindis en honor a los niños ricos.
Llega a tiempo, viste una chamarra larga color marengo, casi hasta las rodillas, pantalón de mezclilla del mismo color y tenis negros, se ve relajado, parece que él ya empezó con la fiesta.
- Estás como quieres; bromeo.
- Estoy como se me da la gana; contesta con una gran sonrisa.
- ¿Desde qué hora?; pregunto y sabe a lo que me refiero.
- Desde hace una semana puede ser; confiesa mientras me rodea con su brazo, huele a cerveza y cigarrillos de menta.
- Chistoso
Yo también estoy de negro y no es casualidad, llevo puesto un pantalón jean, un top sin mangas, una chamarra de plumas y unas zapatillas blancas.
- Dijiste todo de negro; se queja al ver mis zapatos.
- Es que hoy mis pies se sienten felices, y quieren demostrarlo en la pista de baile; aclaro como si fuera obvio.
Sí, estoy vestida de negro porque también es un día de luto, no literalmente, pero hoy entierro el sentimiento que estaba naciendo y que yo misma maté el lunes, también soy la asesina, también soy la responsable como me dijo Vlad, y por ende también estoy sufriendo por ello.
- Y porque la vida es "el ying y el yang", puede existir la tristeza, pero también hay mucho que celebrar, la misma vida, la música, los cigarrillos, el...
- El sexo
Lo codeo con un puchero mientras volteo los ojos.
- Deja de ser corriente por un segundo; le regaño.
- ¡Los hombres y sus nepes!
No puedo evitar reír y lo hago con ganas, mientras repito sus palabras.
- ¡Los nepes y sus hombres!
- ¡Sí!; grita mientras me levanta del suelo y me hace dar vueltas.
- ¡Vlad, para!; mascullo después de un chillido acompañado de una carcajada.
No sé qué haría sin mi hermano. Llegamos a nuestro viejo lugar de adolescencia, sigue igual que antes, no hay muchas personas y eso me alegra, los recuerdos invaden mi mente, en este lugar mi hermano me confesó que era gay y yo me atoré con mi primer trago, entonces entendí la razón por la que mi hermano me despachaba y se quedaba en compañía de un amigo, tuvo suerte de que no me gustaba, en verdad la tuvo.
- Ponte cómoda, me disculpa por no haber barrido y secado el piso, es que aquí las fiestas son constantes, como cada hora; se disculpa mientras se sienta a mi lado.
Estamos en una caseta en forma de hongo, bastante descuidada pero estable para soportar y albergar a personas felices con unas copas de más como nosotros, porque es uno de los pocos lugares públicos donde los policías no te dicen nada, y si lo hacen, los callas con una botella más barata de lo que tú consumes.
- No se disculpe, esta es la esencia de este lugar, si fuera diferente, nadie vendría aquí a tomar; bromeo.
- ¡Que viva la libertad!
ESTÁS LEYENDO
No Se Enamoren de Ari (Por favor)
Novela JuvenilAriana sabe cómo provocar la inestabilidad en una sociedad conservadora, la cual es sinónimo de aburrimiento en su vocabulario, sin embargo también tiene presente el poder que puede ejercer en su mundo, ya que la rutina de Ari se basa en regalar su...