"Enamorado, enamorado, enamorado"
Esa palabra no sale de mi cabeza, hasta soñé con el primer beso de la noche anterior, qué me está pasando, estoy despierta a las cinco de la madrugada, me acuesto de costado y vuelvo a recordar los cinco besos que nos dimos en total, el que fue magia, el que fue en contra de mi voluntad, el que le di después porque me quede con ganas de más, el cuarto fue su turno y el quinto antes de que se fuera de casa.
Me explicó lo que paso ese día, también me pidió disculpas, dejé que hablara y al final yo le dije que el primer beso había sido importante, solo eso.
Cambié mis horarios en el museo, ahora voy miércoles, viernes y sábados, hoy es jueves y quiero dormir un poco más, reviso el celular y me llega un mensaje de Milán, sé que es de él, aunque no lo tengo registrado, ese detalle me saca una sonrisa. A veces las cosas del amor son complicadas, él me llama la atención y hoy me doy cuenta que le hice daño para no mostrarme débil ante lo que sentí desde ese beso. La cuestión es que ahora tengo que hablar con Bruno, él debe saberlo y todo lo hago por mí, sino mi conciencia no estaría tranquila, besando a uno y cogiendo con otro, suena interesante, pero no soy tan perra.
Como una llamada telepática, recibo un mensaje de Bruno, pero solo me dice que no volverá pronto, eso es todo, le respondo con un bien y deseo que su padre se recupere, no le digo nada más.
...
Mi sonrisa se amplía cuando lo veo, luce una chaqueta de cuero color dulce de leche, pantalón blanco y mocasines color beige, también me sonríe. Hoy estoy muy cansada, llegó mercadería hace una hora y tuve que alzar cajas muy pesadas, así que luzco un moño despeinado, mi pantalón de mezclilla está manchado y mis pies me matan.
- Bonanuite; me saluda con una amplia sonrisa.
- Good evening Mr. Belmonte; correspondo como debe ser.
Estamos a una distancia adecuada para que él acaricie mi mejilla, sus palmas son suaves, cierro los ojos ante su contacto, todavía no sé lo que somos, pero cuando lo veo, no quiero que diga nada más.
- Te tengo una sorpresa; musita con ternura.
- ¿Qué pasa?
Me sujeta de la mano y me acerca a un coche, es un jeep de color negro, me encanta.
- ¿Y esto?; le pregunto asombrada, mientras abro los ojos más de lo normal.
- Mis papás me lo están dando por mi cumpleaños, es un regalo adelantado; responde mientras hace bailar las llaves en sus dedos.
No sé qué decir, el jeep es increíble, pero por alguna razón no me siento cómoda sabiendo que viene de sus padres, en verdad tienen mucho dinero.
- ¿Qué te parece?; pregunta un poco más cerca de mí.
Él no se parece a su hermano o a su hermana, creo que es lo primero que me llamó la atención, porque la idea de salir con el tipo de personas que entran a la tienda, no son mi tipo. El dinero es símbolo de poder, pero tal vez existan otras maneras de obtenerlo, por ejemplo con una persona, a veces son ideas que maduran con el tiempo; excita darte cuenta que tienes poder sobre una persona y por ende sobre su dinero, mi forma de ser es mi arma, pero dentro de todo esto, Milán no me lo deja fácil, porque él también tiene poder sobre mí, aunque no se da cuenta. Ahora veo como son las cosas, ese día lo trate mal por la razón que ya explique y porque le estaba mostrando como soy yo, mi carácter, mi forma de ser, una clara advertencia, en fin, el corazón te traiciona mientras la mente te pide a gritos que reacciones, eso nos pasa a ambos.
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No Se Enamoren de Ari (Por favor)
Teen FictionAriana sabe cómo provocar la inestabilidad en una sociedad conservadora, la cual es sinónimo de aburrimiento en su vocabulario, sin embargo también tiene presente el poder que puede ejercer en su mundo, ya que la rutina de Ari se basa en regalar su...