Me acompaña hasta mi casa, hoy es mi libre y se siente bien volver temprano, pero nos miramos con cautela al ver que alguien nos está mirando de lejos, exacto, se trata de mi hermano, Vlad está sujetando una maleta color rosa, la de mi hermana, se van de viaje como me lo comentó hace días. Teo no sabe qué hacer o eso creo, pero de repente recuerdo las palabras que él le dijo a su tía, sí, él ya no teme a muchas cosas, comenzando por su familia, y como una sincronización de ideas y acciones, Teo avanza primero, camina lento y está vez mi hermano apresura el paso, ambos saben lo que quieren y así lo demuestran, se besan en la puerta de calle, no puedo dejar de mirarlos hasta que veo a mi hermana, nos miramos y yo me limito a sonreírle.
- ¡Por fin cabrones!; les grito mientras coloco mis manos alrededor de mis labios.
Ambos giran y Vlad abraza a su pareja mientras me muestra el dedo del medio y Teo se limita a sonreír, está llorando.
- Se los juro, esta es la última vez, se les acabo la hada conciliadora; mascullo con las manos en la cintura, lista para prender un cigarrillo.
Vlad besa la frente de su chico, se llevan por muchos años pero son encantadores, Teo sabe lo que siente al igual que Vlad.
- ¿A dónde van?; pregunta Teo con ternura, mientras sujeta la mano de mi hermano.
- Me voy con Emma de vacaciones, por esta semana; anuncia en el mismo tono.
- Me gustaría ir con ustedes, pero ya conseguí trabajo y debo comenzar mañana mismo; dice con un puchero mientras se acerca para acariciar la mejilla de Vlad, este cierra los ojos, coge su mano para besarla y decirle que tendrán más oportunidades de estar juntos.
- Tal vez te gustaría invitarlo a vivir en casa, ya que su familia sabe que se quedó en esta ciudad por el amor de su vida; aclaro y Teo baja la mirada
Vlad le agarra de la quijada, este vuelve a mirarlo, no sabe qué decir, pero creo que ayudé un poco.
- Eso es verdad; le pregunta con ternura.
Teo se limita a sentir y abrazarlo con ternura, creo que está llorando otra vez, Vlad lo sujeta y creo que es momento de entrar a casa, sin antes decir.
- Vlad, donde viven tres, pueden hacerlo cuatro, solo digo
No escucho respuesta y cierro la puerta, le explico a Emma lo que está pasando y ella opina igual que yo, solo queremos que Vlad sea feliz, somos su familia y estoy segura que papá y mamá lo entenderían también.
...
La cabeza me da vueltas, otra vez no tengo el auto, pero ahora me alegro y no lo maldigo en voz baja, porque Vlad se fue de vacaciones con mi hermana, camino distraída y algo despreocupada, pero al llegar a la esquina me doy cuenta que alguien está sentado en mi acera, mi corazón se hace pequeño porque reconocería esos rulos en cualquier lugar, tiene la mirada al frente, sus manos están pegadas y a la altura de sus labios, como si rezara en silencio, él no me ve hasta que estoy a un metro de distancia, gira su cabeza a mano izquierda y deja caer sus manos para elevar la mirada y verme, Dios mío, mis ojos se abren más de lo normal al ver sus moretones y una curita a la altura de la ceja, Bruno le dio una buena golpiza, es que acaso no los separaron a tiempo.
Sus ojos conectan con los míos y como si se trata de un hechizo, no puedo dejar de verlo, y por primera vez ambos entendemos lo que significa nuestras miradas, sus ojos brillan y a la vez están vacíos, tristes, no puedo soportarlo más.
- Te amo Milán; confieso sin pelos en la lengua, así, de pie y en plena noche.
Entonces veo como cae la primera lágrima de su rostro, de sus hermosos ojos azules, no sé por qué llora.
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No Se Enamoren de Ari (Por favor)
Novela JuvenilAriana sabe cómo provocar la inestabilidad en una sociedad conservadora, la cual es sinónimo de aburrimiento en su vocabulario, sin embargo también tiene presente el poder que puede ejercer en su mundo, ya que la rutina de Ari se basa en regalar su...