Me despierto con una sonrisa al recordar el sueño de hace unos minutos, otra vez él, Bruno cayéndose de la mesa, eso jamás lo voy a olvidar, bostezo con lentitud y miro de un lado a otro, sí, aún estoy en cama y una llamada entrante avisa que tengo que levantarme, llevo puesta una solera de mangas cortas y un corto de color negro para no manchar mis sabanas de color pastel.
- ¡Buenos días!; me saluda Bruno mientras eleva una bolsa de leche y una bolsa de papel, creo que son donas.
- Buenos días señor "alarma", adelante; bromeo y él me da un suave golpe con la bolsa.
Entra saltando y se encuentra con mi hermana, ella le da un abrazo y este le entrega la bolsa de donas.
- Creí que las traías para mí; bromeo en las dos lenguas, mientras hago un puchero.
- No señorita, es para la reina de esta casa, tu entiendes, hay privilegios, pero puedes quedarte con... esto; aclara mostrándome la bolsa de leche.
Me quedo con las ganas de mostrarle el dedo del medio, pero me contengo, Emma le agradece por el cumplido mientras sonríe.
"- Cariño, ve a la cocina por favor"; le digo a mi hermana.
- ¿Por qué quieres que me vaya a la cocina?; me pregunta Bruno con una mirada de confusión.
- Amor de vida, hermana mía, por favor ve a la cocina; replico e interpreto con las manos, mi hermana mira a Bruno y rueda los ojos mientras vuelve a sonreír, para luego ir a la cocina con su bolsita.
La vemos perderse y no me quedo con las ganas de decirle algo más.
- Cariño o amor de vida, son halagos para la reina de esta casa, tú entiendes, hay privilegios; musito con una ceja arqueada y él se acerca a mí.
Bruno adora a Emma, solo por ella aprendió el lenguaje de señas y nos recomendó el instituto donde Emma está ahora, porque su tía trabaja ahí, y sí, dormimos juntos, pero también es parte de la vida de mi hermana, sé que suena extraño, pero yo sé que el día que nos separemos, él seguirá siendo parte de todo esto y eso no me molesta, en lo absoluto.
- Lo que traje es para todos, pero yo soy para ti; replica mientras relame sus labios.
- No, prefiero las donas; digo mientras sonrío.
Me sujeta por la cintura y yo coloco mis brazos alrededor de su cuello, nos miramos unos segundos, en los cuales recuerdo el día que decidimos llevar una relación abierta, ambos habíamos tomado demasiado y en medio de una fiesta le propuse tener sexo, él aceptó y eso me dio pie a pensar en futuras noches similares sin ningún tipo de compromiso, porque con solo vernos sabíamos lo que queríamos, y hasta el día de hoy lo quiero como a un amigo y él como a una amiga, porque ni siquiera recuerdo el día que lo hicimos por primera vez, pero estoy segura que fue hace más de cinco meses.
- Interesante
- ¿Qué?; pregunto mientras vuelvo a la realidad, a nuestra realidad.
- De cerca... puedo ver que aún... tienes lagañas en los ojos
- Cállate; lo alejo con un golpe en el hombro y vuelvo con mi hermana.
Desayunamos entre risas, chistes, y sobre todo, con buena compañía, después de compartir un buen rato, mi hermana agradece y vuelve a su habitación porque debe estudiar para una materia del colegio, la veo perderse y decido levantar la mesa, la peor parte es lavar los platos, en fin, me pongo los guantes y abro la pila, de repente escucho la puerta cerrarse, volteo y Bruno está guardando otras cosas en sus respectivos lugares, vuelvo a lo mío y de un segundo a otro siento sus manos en mis muslos.
- ¿Qué estás haciendo?; lo reprendo con una voz fingida, porque debo admitir que se siente bien, sube y baja sus manos con mucha delicadeza.
- Cerré la puerta con seguro; susurra cerca al lóbulo de mi oreja para luego morderla con delicadeza, eso me provoca una descarga, pero no puedo.
Lo mojo con agua y él me levanta del suelo con una sola mano, me sujeta por el estómago mientras que con la otra se limpia los ojos.
- ¡Bájame!; exijo entre risas, porque me está sujetando de donde tengo más cosquillas.
- Quieres mojarme, yo haré que te mojes de otras maneras; advierte mientras me suelta para que gire y lo tenga de frente.
- Estoy en mis días señor hormonas y tú debes recuperarte de ese golpe, no vaya a ser que te caigas de esta mesa; espeto mientras miro la mesa de la cocina.
De un momento a otro nos separamos porque escuchamos la puerta, más bien como se mueve la perilla, Emma está tocando y agradezco tener control, abro la puerta y mi niña me dice que nunca había visto a Bruno lavar los platos, la miro confusa y decido comprobarlo, giro un poco a mi derecha, y en efecto, ahora él está lavando los platos, todo para quedar bien con mi hermana, volteo los ojos y dejo que se divierta con el servicio, antes de irme le pido a Emma que le haga platica, porque apenas termine de lavar los platos se irá de casa, ella asiente y me pasa el celular, es una llamada de mi hermano, por eso volvió.
"Carajo"
- ¿Cómo que encerrados?, ¿Puede explicar eso señorita?; es lo primero que escucho del otro lado.
Me muerdo la uña del dedo pulgar y agradezco tenerla larga, hago una pausa y el celular vuelve a mi oído.
- No pasó nada, ahora está lavando los platos; confieso con una leve sonrisa picaresca.
- Ahora es "esperancito", hasta dónde va a llegar por ti, eres tremenda; me reclama mientras lo escucho reír.
De repente me acuerdo de Teo, no quería hablar de eso, pero su chiste me jala la lengua.
- Tú no te quedas atrás hermanos, dejas un corazón herido acá, mientras te diviertes con tu nuevo novio, y no me refiero a ninguna de las dos; le aclaro mientras elevo el dedo índice, como si estuviera aquí.
Silencio, sabe de lo que le estoy hablando y está procesando mis palabras, ya lo imagino, sujetándose la cabeza o haciendo algo por el estilo.
- ¿Qué te dijo?, pregunta con seriedad.
Por un segundo me arrepiento, pero necesita saberlo, recuerdo la plática en el jardín del Claustro Mayor, así que decido contarle lo más relevante.
- Que solo tú y él saben cómo termino la última noche que se vieron en ese viaje Vladimir
- Es un niño caprichoso, solo tiene veinte años... ya se le pasará la rabieta, desgraciado
...
NOTA
"Gracias por llegar hasta aquí, no se olviden dejar su voto porfa" :)
XOXOXO
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No Se Enamoren de Ari (Por favor)
Teen FictionAriana sabe cómo provocar la inestabilidad en una sociedad conservadora, la cual es sinónimo de aburrimiento en su vocabulario, sin embargo también tiene presente el poder que puede ejercer en su mundo, ya que la rutina de Ari se basa en regalar su...