Farsa de amor con el chico oveja [Finalizada Sin Corregir]

CAPÍTULO 8

Parecía que había pasado una eternidad pensando, y que Caleb aún no respondía, pero finalmente habló. Mi corazón se aceleró esperando por lo que él iba a preguntar.

-Quiero saber cuáles son tus sueños Emma, o quiero que me confieses algo que siempre hayas deseado tener.

Mi pecho sintió una opresión y empezé a sentirme culpable por esperar que dijera lo mismo que otros hombres, a la vez sentí confusión, ¿por qué de todas las cosas que podía preguntar le interesaban mis sueños?.

Traté de no demostrar que lo que me había dicho se me hacía extraño. Decidí pensar más sobre mis sueños.-Pues no sé si recuerdas que dije que me gusta leer.

-Lo recuerdo perfectamente.

Su sinceridad me hizo aclararme la garganta. -Pues debido a mi amor por la literatura en un futuro sueño con escribir mi propio libro.-Al decirlo los dedos de mi manos comienzan a moverse sobre la mesa. -Quiero poder transmitir emociones a través de letras, me encantaría poder escribir romance aunque no tengo experiencia amaría poder describir como es estar enamorada.

Sin darme cuenta ya estaba sonriendo y hablando demasiado sobre libros de romance y el como las autoras y autores tenían el talento de hacer que te quisieras enamorar por más temor al compromiso que tuvieras, o el como podían hacer que sintieramos mucho por un personaje que no existía, como las expectativas muchas veces crecían aún sabiendo que nunca nadie las cumpliría. Dudaba que él entendiera todo lo que le estaba diciendo pero no podía parar de hablar.

Cuando finalmente terminé de hablar sobre libros de romance detuve mi mirada en ese par de ojos grises, los cuales no dejaban de repasar los míos. Caleb continuaba sin hablabar y creí que tenía algo en la cara.

-Tus ojos brillas cuando hablas de libros Emma.-lo soltó tan de repente que no supe como reacciónar, ¿era posible que los ojos de alguien brillaran al hablar sobre algo?.-Ese brillo me recuerda a algo.

Me odié demasiado cuando le pregunté de inmediato a que le recordaba. Aunque él pareció no fijarse de lo rápido que le respondí.

-A una estrella, para ser más específico a la Rigel que probablemente son cuatro estrellas que parecen formar una estrella azul y su brillo es muy parecido al de tus ojos hace un momento.-Sus mejillas se habían tornado de un color rosa, y sonreí sin evitarlo.

-Pues gracias por tan linda comparación.-evité decir que era la primera vez que un hombre me decía algo así en la cara.

Caleb sonrió. -Aún no me has respondido lo otro que pedí Emma

Estuve a punto de preguntarle por lo que aún no le respondía, pero recordé que él quería que le confesara algo que siempre haya querido.

-¿Te refieres a algo material?. -Le pregunté solo para estar segura.

-Algo que siempre hayas querido, no importa si es o no material.

Ni siquiera lo pensé. -Sé que esto parecerá extraño, pero de niña siempre quise una cosa. -Sonreí al pensar en lo ridículo que sonaría lo que diría a continuación. -Siempre quise experimentar en lanzar una de esas luces que salen en la película de enredados.