EXTRA 1

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EMMA

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EMMA

Estaba en mi habitación, mientras leía uno de los muchos libros que mi madre me había regalado el día de mi boda.

Cada vez que recordaba ese día no podía controlar los latidos descontrolados de mi corazón, solo habían pasado algunos meses de uno de los eventos más preciosos en mi vida.

Todos nuestros invitados habían disfrutado ese día, y Caleb ni siquiera tuvo tiempo de sentirse mal porque su madre no llegó, estuvo ocupado todo el día intentando no llorar porque pronto seríamos marido y mujer.

Pero todos sus esfuerzos se fueron a la basura cuando yo entré por esa puerta al salón, en mi vestido de novia y con mi panza iniciando a crecer. Terminó llorando mientras yo caminaba hacia él. Y cuando llegué hasta él y tomé sus manos, estaba temblando. Bromee con él diciendole que probablemente tenía miedo de pronto convertirse en mi esposo. Él negó y dijo que su mayor miedo era que todo fuera solo un sueño y nada fuera real.

-Tan lindo -solté para mí misma. Parpadee un par de veces al volver a la realidad y darme cuenta que llevaba rato leyendo y sin entender nada.

Decidí dejar mi lectura para otro momento. Solté un suspiro antes de hacer mi mayor esfuerzo para levantarme. Tomé mi enorme panza y cuando logré tocar el suelo solté el aire retenido.

Ya solo me faltaban tres meses para dar a luz. Y si era sincera me aterraba un poco pensar en el dolor.

Era mi unica preocupación en el embarazo, de los demás síntomas nunca me quejé, sobre todo porque no tenía más náuseas. No podía decir lo mismo de Caleb, nunca había visto algo así, pero cuando él comenzó a tener náuseas en cada momento terminé diviertendome.

Y el síntoma que más me gustaba eran los antojos, sobre todo porque a diferencia de otras mujeres embarazadas a mi no se me antojaba cosas raras. Todo era dulce.

De echo ahora mismo tenía antojos de unas crepas, esta mañana cuando se lo dije a Caleb, no dudó ni un segundo en salir y conducir durante una hora hasta donde vendían mis favoritas.

Y probablemente llegaría en unos minutos más con mis crepas.

Él siempre era así, cualquier cosa que decía él me lo traía, sin importar si era de noche o madrugada.

Me senté en un sofá donde estaba mi almohada gigante, especial para mujeres embarazadas.

Porque mi tía fue la más emociónada con todo este asunto, el día de mi boda terminó regalandome cosas para mi proceso de embarazo y para mi bebé. Marc fue él primero en reírse y decirle que era boda y no baby shower.

-Serás una niña con buenos gustos en los postres -dije con voz cálida mientras acariciaba mi panza. Estando en este sofá era más cómodo estar tocando mi vientre.

Salí de mi ensoñación cuando la puerta se abrió dejándome ver a mi esposo cargando con mis crepas.

-Tengo algo más que crepas para ti, esposa mía -dijo mientras se acercaba a mí y depositaba un beso en mis labios.

Farsa de amor con el chico oveja [Finalizada Sin Corregir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora