CAPÍTULO 22

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EMMA

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EMMA

—Debí haberme metido en problemas.—Murmuró Ava al verme guardar mis cosas en mi maleta de viajes.

—Seguro y te expulsan para siempre.—Soltó Olivia con una sonrisita de maldad.

Escuchar sus conversaciones siempre me hacían reír. Había pasado un día desde que invité a Caleb y a Marc a mi cumpleaños. Me repetí a mi misma que solo obedecí las ordenes de mi tía. Hoy era de noche y a penas me tomé el tiempo para comenzar a guardar lo que iba a necesitar.

—Para recompensar que no podrán ir a mi fiesta, el día de mi cumpleaños por la noche les invitaré la cena.—Anuncié con una sonrisa en mis labios, Olivia me miró de reojo sin comentar nada mientras que Ava soltó un pequeño grito de emoción.

—Tú si eres una buena amiga Emma.—Me alagó Ava y de inmediato al procesar la palabra amiga volví a sentirme extraña, insegura.

Ambas se dieron cuenta del repentino silencio y Ava se apresuró a preguntar si estaba bien. Decidí ser sincera.

—Aún me cuesta creer que tengo amigas, sobre todo porque ustedes ya estaban completas sin mí.—Terminé diciendo mientras un repentino nervio me recorrió la espalda. Comenzaba a hablar y no callar mis pensamientos.

Ava se apresuró a decir que estaba equivocada.—Siempre necesitamos a una más.—Se tomó unos momentos para sonreír y cuando lo hacía era porque algo se le había ocurrido o había recordado algo.—La última vez Olivia y yo quisimos disfrazarnos de el aparato reproductor masculino.

—Tú querías.—La corrigió Olivia rápidamente.

Sin saber a qué venía el recuerdo de Ava me causó gracia la escena.—¿Y qué pasó?.

—Nos faltaba un testículo, Olivia era el pene, y yo un testículo, pero nunca encontramos a alguien que quisiera ser nuestro segundo testículo.—Terminó de contarlo de la manera más triste posible y la cara de desepción de Olivia me hizo reír.

Estoy por preguntar a que venía tal recuerdo gracioso y extraño pero nuevamente volvió a hablar.

—A lo que voy es que siempre te necesitamos para estar completas, no porque hayas llegado después significa que seas menos importante para nosotras.

Se me hizo imposible no sentir esa sensación cálida en el corazón pero también fue imposible detener los miles de pensamientos negativos en mi cerebro.

Decidí dedicarles una sonrisa y seguir guardando mi ropa.

CALEB

—Si no te callas no tendré problemas en mandarte a dormir en el patio.—Le advertí a Marc, quien se encontraba en un lado de mi cama. No paraba de
alardear del grandioso regalo que le había comprado a Emma.

Farsa de amor con el chico oveja [Finalizada Sin Corregir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora