EPÍLOGO

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DOS AÑOS DESPUÉS

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DOS AÑOS DESPUÉS

EMMA

El día que la mayoría de los estudiantes esperabamos había llegado.

Hoy estaríamos graduandonos y saber que estos años de tanto esfuerzo habían válido la pena solo me hacía querer saltar de la felicidad.

Parecía que apenas un día anterior había iniciado mi primer día en esta universidad y hoy estaba a punto de pasar por el estrado y recibir mi título.

Y en unas semanas más estaría terminando de escribir mi libro. Cumpliría uno de mis más grandes sueños a mis casi 21 años.

De solo saber que mi historia de amor estaría siendo publicada en un tiempo más, me invadía la felicidad.

Y lo mejor, es que el chico del cual me enamoré hace años seguía a mi lado. E incluso vivíamos juntos en un departamento increíblemente bello, gracias a que tenía un trabajo estable y donde le pagaban lo que se merecía.

Salí de mi ensoñación cuando mi celular sonó debido a una llamada de mi madre. Al responderle me dijo que ni se me ocurriera demorarme por estar con Caleb, porque ella ya estaba  en la universidad.

Sonreí y le dije que llegaría en unos minutos más.

Salí de mi habitación cuando me vi por última vez en el espejo y supe que estaba perfecta.

Al salir del departamento me encontré a Caleb recargado sobre su auto. O como a él le gustaba decir “Nuestro auto”.

Al verme no dijo nada por unos minutos, simplemente me recorrió desde los pies hasta la cabeza.

Me acerqué más a él y pude notar el movimiento de su manzana de Adán al subir y bajar.

—Dios, ¿qué habré hecho para tener a una chica tan perfecta conmigo?.—Fue lo que dijo luego de lamer sus labios.

Sonreí porque estaba demasiado acostumbrada a ese tipo de comentarios y aún así seguía siendo lo mejor del mundo.

—¿Entonces me veo como una licenciada?.

—Y la más hermosa.

Me acerqué más para depositar un casto beso en sus labios y luego me subí al auto.

Luego de unos segundos él también entró y juntos llegamos a la universidad.

—Siempre amaré este lugar —dijo cuando salimos y me tomó de la mano.

—¿Sí?.

—Aquí te conocí.

Estaba tan feliz que sentí unas extrañas ganas de llorar, la verdad era que últimamente estaba demasiado sensible.

Caminamos hasta ver a todas las personas, los familiares de los graduados estaban en el lado izquierdo y los que nos graduaríamos estaríamos en el lado derecho.

Farsa de amor con el chico oveja [Finalizada Sin Corregir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora