Farsa de amor con el chico oveja [Finalizada Sin Corregir]

CAPÍTULO 30

—Me dio una bofetada y me dijo lo zorra que era. Aunque le dije la verdad y aún sabiendo que ella misma lo había visto no hizo nada más, se dedicó a decirme que me odiaba y que jamás me lo perdonaría. Incluso me dijo que no solo me robaba a los chicos solteros si no a los que tenían pareja.

—Nunca fue tu amiga Emma, y siento mucho que hayas tenido que pasar por eso.—Fue lo único que pude decir.

—Lo sé, mi madre y mi tía me ayudaron mucho. Intentaron denunciarlo pero James era menor de edad y no se pudo hacer nada. La única solución fue cambiarme de secundaria.

—¿Nunca más supistes de ellos?.—Inquirí lleno de enojo por la injusticia que sufrió Emma en ese entonces.

—No, y quizás sea esa la razón por la que no puedo olvidar mi pasado por completo. Sigo temiendo que llegue el día en que los vuelva a ver y no poder hacer nada.

—Eso no pasará, porque ahora no estás sola Emma.

La protegería sin importarme nada más.

Nos quedamos en silencio unos momentos más hasta que Emma dijo que le había hecho bien contarmelo. Y le dije que siempre podía hacerlo.

Antes de que se hiciera más tarde me ofrecí a acompañarla hasta la residencia.

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EMMA

Me levanté aún con la sensación de alivio en mi pecho. Me había sentido con mucho miedo al recordar pero al mismo tiempo me sentí aliviada al hablarlo luego de mucho tiempo con alguien. Todos estos años había fingido que nunca había sucedido pero era precisamente eso lo que no dejaba de atormentarme.

Me arreglé para ir al instituto. Ava y Olivia hicieron lo mismo mientras discutían como de costumbre.

—¿Por qué tu noviecito no apareció para ayudar ayer?.—Insistió Olivia.—Debió escuchar el escándalo y nunca fue a verte.

—Porque él trabaja, a penas terminan las clases y se va.

—¿Y cuando estaban en el proceso de conocerse no se veían después de clases?, o me vas a decir que en ese entonces no trabajaba.

Tuve que interceder para evitar que terminaran peleando de verdad. Agradecí cuando el primer profesor impartió su clase.

Una hora había pasado cuando mi celular vibró varias veces. Esta vez si lo tomé para revisarlo. Sonreí orgullosa al ver la publicación en la página de la escuela. Decía que por primera vez en años un alumno del departamento de astronomía tendría la oportunidad de viajar a otro país con una oportunidad de trabajo increíble.