Farsa de amor con el chico oveja [Finalizada Sin Corregir]

CAPÍTULO 15

—¿Algún problema?.—Escuché la voz de una mujer a mis espaldas, me giré solo para encontrarme con una chica dueña de un par de ojos color verde, y una cabellera rubia tan lacia como la de rapunzel.

Y recordé en dónde más había visto ese cabello, era de la chica con la que organizó el evento Caleb, Lea.

—No, sólo que Caleb debió confundirse, dijo que mi lugar estaba ahí.—Señalé su asiento, ella alzó ambas cejas y luego sonrió.

—Ohh, Eres Emma, ¿no?.

Asentí.

—Bueno, Caleb no te mintió, ese lugar debería ser tuyo, yo también estoy sorprendida, sobre todo porque yo misma anoté tu nombre y el lugar que te correspondía.—Hizo un mohín con sus labios. —Lo siento mucho.

—No te preocupes.—Dije rápidamente.—Me quedaré parada.

Sentí un escalofrío extraño cuando esa mirada tan profunda no abandonó mis ojos, e incluso vi como la comisura de sus labios temblaban.

Y quise desviar mi mirada cuando me hizo recordar a alguien que llevaba años evitando recordar.

—De ninguna manera, toma mi lugar. —Dijo finalmente, y agradecí que rompiera el contacto visual.

Negué rápidamente y terminamos en una discusión, donde Lea decía que tomara su lugar y yo me negaba.

Nos vimos interrumpidas cuándo la voz de Caleb a mi espalda preguntó qué era lo que estaba sucediendo.

Lea se adelantó y le respondió, diciendo que probablemente algún maestro había rectificado la lista y descubrió que Emma no pertenecía al departamento de astronomía. Cuando Caleb lo escuchó no dudó en decirme que tomara su asiento. Y me negué rotundamente.

—Es el evento que organizastes Caleb, yo solo soy una invitada.

—Eres mi invitada.—Respondió e hizo incapié en cada una de sus palabras. Inesperadamente sentí el extraño cosquilleo en mi mano.

Caleb insistió más y yo seguí negándome, ese evento fue organizado por él y para los del departamento de Astronomía, yo ni siquiera estaba autorizada para estar aquí.

—Está bien, si no quieres tomar mi lugar.—Dudó en seguir hablando pero lo vi morderse ligeramente el labio y sus mejillas comenzar a enrojecer.—Puedes sentarte en mis piernas si no te incomoda.

Y nuevamente, sentí como mis manos cosquillearon, y no sólo eso, mi estómago también lo hizo.

<<Antes solo me cosquilleba otra cosa>>

Para Caleb si que sería incómodo tenerme en sus piernas durante quien sabe cuánto tiempo. Por esa razón dudé en responder.

—¿Eres su novia no?, no tendrías porque sentirte incómoda.—Habló Lea, rompiendo el silencio que había entre ambos.