Farsa de amor con el chico oveja [Finalizada Sin Corregir]

CAPÍTULO 19

Camille soltó una risa sarcástica, algo que hacía cuando estaba fastidiada.

—¿Y ella te ama a ti o solo ama a una versión de Caleb?, la versión del Caleb bueno y atento.

Sabía a lo que se refería, aunque a Emma le hablé de cómo mis padres no me apoyaron no presenció nada de mis problemas, no conoció al Caleb que tenía miedo a defraudarlos a no ser lo suficientemente bueno para ser amado.

—¿Por algo está conmigo no?.—Respondí tratando de no demostrar mis sentimientos, me repetí a mi mismo que el miedo que se había instalado en todo mi cuerpo no tenía sentido, Emma no estaba enamorada de mi, ni de una versión, así que no debería sentirme de esta manera.

—Probablemente, pero te lo digo ahora Caleb, ella no es una chica que esté solo con uno, en cualquier momento se aburrirá de ti y te desechará.

—Ella no es como tú.

—Peor sí, si aún me consideras tu amiga deberías tomar mi consejo, aléjate de ella, podríamos intentarlo de nuevo, esta vez de verdad.—pronunció y endurecí mi mandíbula.

<<¿Se creía que podía desecharme como basura y regresar cuando quisiera?.>>

—En ese caso no me tomaré el tiempo de tomar tu consejo, tú no eres más mi amiga.—Dije firme.—Y te lo advierto, no hables de Emma como si la conocieras.

—Te vas a arrepentir de esto Caleb, y cuando te des cuenta que yo tenía razón, vas a sufrir.

Probablemente sufriría, pero no sería  la culpa de Emma, sería mía.

—Te pido que salgas de mi habitación Camille, no es correcto que estés a solas con alguien que ya tiene una novia, y por si se te olvida, tú también tienes uno.

Camille mostró una sonrisa de lado.—Te dije que terminé con él.

Y no pude más, terminé soltando una risa sarcástica.—Y por eso estás aquí, tratas a todo como objetos con garantías, cuando ves que no te sirven los devuelves, pero te equivocastes conmigo.—Dije sin titubeos.—No te pertenezco ni te perteneceré nunca.

Y se quedó sin palabras, porque no le permití decir nada más, le entregué la sabana y la saqué de mi habitación. Luego salí yo, busqué a Emma con la mirada y seguía durmiendo.

No la podía dejar afuera, así que me acerqué sin hacer mucho ruido, la tomé en mis brazos y pronto sentí su tranquila respiración en mi pecho. El calor y aroma que su cuerpo soltaba me tenía completamente loco.

Me volvía adicto a ella con cada minuto que pasaba a su lado.

La dejé en mi cama y la cubrí con mi sabana, sonreí al verla removerse hasta encontrar la posición correcta para dormir. Me quité la ropa que cargaba debido a que seguía un poco húmeda y me puse una limpia, me acosté a su lado y cerré mis ojos dispuesto a dormir pero no pude cuando un recuerdo vino a mi mente para atormentarme.