Darius y Alador no se soportan, todos tenemos entendido eso...pero antes eran los mejores amigos y talvez...¿algo más?, ¿que tuvo que pasar para que decidieran odiarse constantemente y no volver a hablarse? en esta historia veremos tanto el pasado c...
—¿¡QUE?!— Se escucho el grito de una voz femenina por todo el lugar.
Alador parecía un tanto asustado, haciéndose un poco para atras con una sonrisa débil y fingida.—¿¡y todo esto cuando demonios paso?!—
—no hace tanto...—
—HACE CUANTO—
—el... Día del grom—
Odalia estaba apunto de volver a gritar, pero lo penso un poco.
Era obvio que ya había perdido el control sobre estos dos, Necesitaba retomarlo, de una u otra mane —¿porque no me dijiste antes?, Soy tu mejor amiga por amor al titán— dijo la peli verde mientras se frotaba el puente de la nariz.
—es que... No lo sentí necesario—
—tenia un trato con ustedes dos antes de que todo esto pasara, lo recuerdas ¿no?— esta llevo su mano hasta un collar con una gema morada que Alador jamás habia visto. La misma empezo a brillar un poco mientras esta continuaba. —si pasa algo interesante... Me lo cuentan, no quiero creer que me ocultas aún más cosas— alador sintió que su estomago se removía un poco y asintió sin decir mucho más y con la mirada al suelo.
Odalia noto esto y penso un poco más.
Si ya lo tenía con temor de perderla podía aprovechar eso para hacerlo sentir culpa, más de la que ya tenía.
—perdon por no ser la mejor amiga Al— cerro los ojos con tristeza y se sento en una banca que había en su habitación. —tengo miedo de perderte supongo—
—no digas eso, yo seguiré aquí, no importa que—
—¿y si todo cambia?, Como paso con...—
El castaño se agacho para poner su mano en el hombro de esta antes de que siguiera.
—no me compares con tu padre por favor, yo no soy el y jamás sere como el—
—lo se, lo se, es solo que...— los ojos celestes de Odalia brillaron con mayor intensidad al ponerse lagrimosos, su voz comenzó a quebrarse. —el... Lo hizo de nuevo—
Alador sintió un nudo en su garganta cuando Odalia empezo a llorar con ganas, cubriendo su rostro con sus manos mientras temblaba.
Automáticamente se acerco sin decir nada y la abrazó tratando de consolarla.
Necesitaba que Odalia supiera que Alador estaba allí para ella, las palabras sobraban en ese instante, quería ser su lugar de desahogo sin que se sintiera incomoda o forzado.
Y ese sentimiento era lindo, pero los planes de Odalia eran otros.
A la vez que eso pasaba por la cabeza de el oji ambar, este mismo también se sentía mas atado a ella, y culpable de no estar allí por ahora estar pasando más tiempo con Darius, sentimiento que la oraculista iba a poner a su favor más adelante.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
