ARREGLOS

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Los ojos miel solo podían ver en una dirección, el talistron.

Su cabeza no dejaba de divagar tristemente, pero siempre podía distraerse en cualquier cosa.

Más temprano ese mismo día la menor de las clawthore se había presentado en su casa, pero a diferencia de la chispa que caracteriza a Eda, esta se veía... Apagada, como si algo en ella misma se hubiera ido.

Aunque de cualquier manera había encontrado la manera de llegar a la casa de Alador y tratar de hacerlo sentir mejor. Aunque "llegar" era mejor dicho infiltrarse por su ventana, sacándole un susto en el proceso. Esta le entrego un trozo mediano de madera, antes que de su hombro se asomará un pequeño búho de a tonos cafes que no había visto antes, lucía como un palisman, lo cual ya era raro de por si.

Hexide seguía retrasando el entregarle sus talismanes por la escasez de madera de talistron en los árboles de las islas. Enrealidad, Alador no tenía mucho que hacer más que sumergirse en su propia lastima, entonces... una sana distracción no le iba a hacer mal.

Así fue como sin siquiera boceto o idea de que hacer, agarro una navaja y comenzó a hacer cortes descuidados y sin mucho sentido en la madera.

-Alador ¿En que estás?-

La chica de cabello verde hablo tras de el, con ambos brazos cruzados denotando molestia.

Últimamente no se le dejaba al castaño hacer mucho, casi no podia tener tiempo libre, entonces, las bolsas de debajo de sus ojos se habían agrandado y oscurecido considerablemente, El dibujar diseños para sus robo-abominables se había vuelto un trabajo más que su divertido hobbie que solía ser, aunque decir "trabajo" era mucho mejor que decir que su dinámica más parecía una esclavitud, pues debía hacerlo todo el día, todos los días.

Se imaginaba frecuentemente en que si así habían sido tan solo 4 meses al lado de Odalia, no imaginaba su "vida perfecta" juntó a ella, como habían dicho sus padres.

-Alador, te estoy hablando.-

El mencionado subió la vista, tapando el tralistron rápidamente con su propio cuerpo para evitar que los ojos de su pareja cayeran sobre este.

-¡Odalia! - se aclaro la garganta con nerviosismo. -¿Sucede algo?-

Los ojos celestes lo barrieron de abajo hasta arriba. -Preguntaba que estabas haciendo, necesitamos los diseños oficiales de una vez para que los empieces a preparar.-

El castaño suspiro.

-si, ya... Casi estan.-

-¿casi?, Estas ahí una semana, y llevas planeando esto desde que te conozco, nuestras familias esperan mucho de nosotros, concéntrate de una vez.- dijo la oraculista mientras se acercaba al castaño de una forma intimidante.

Alador siempre había creido poder controlar de alguna forma a su "mejor amiga", pero ahora como su pareja... Era más difícil de lo que creía, aunque talvez, nunca lo hizo.

Ella fue siempre quien lo controlo... Darius tenía razón, siempre la tuvo.

El oji ambar bajo la cabeza mientras tomaba el valor suficiente. -Odalia... Necesito pedirte algo.-

Con un suspiro irritado, ella respondió. -¿Ahora que?-

El silencio de la habitación era demaciado incomodo, el ambiente pesado, todo indicaba una mala pasada. -...¿Puedo participar en la batalla de huesos burgo de este año?-

Eso tomo por sorpresa a Odalia, no esque no haya participado antes, lo vio hacerlo el año pasado cuando salía con Darius y sabía que estaban en problemas, pero ella no era Darius.

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⏰ Última actualización: Feb 10 ⏰

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