ES TU DECISIÓN

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Entonces... La tensión de la sala en la mansión Blight se podía sentir en cualquier rincón, sus padres lo miraban tan seriamente que el remedió en ese instante hubiera sido que la tierra lo tragara.

Aunque de verdad quería decir algo, Alador abandono la idea lo antes posible, no iba a empeorar las cosas, quería escuchar que tenían que decir.

Pero se lo imaginaba.

En el peor, el mas terrorífico de los casos... Los habían pillado en las rejas y lo más probable es que el beso de despedida en los labios también.

—Alador Blight, aquí y ahora te quiero concentrado en mis palabras, me importa absolutamente nada tus neurodivergencias.—

Eso había sido demaciado directo, pero su madre constantemente solía serlo, así que solo asintió y se quedo cabizbajo hasta que volviera a hablar.

—ire al punto, ya sabemos todo, entre tu y Darius.—

Un escalofrío recorrió su cuerpo haciendo que levante su mirada asustada hacia sus padres, aún completamente callado.

Dentro de el imploraba porque no tomen medidas drásticas, estaba dispuesto a soportar un castigo, pero sus padres solían sorprenderlo con cosas subidas de nivel.

Esta vez su padre hablo. —yo y tu madre te lo advertimos, con su amistad, pero esto cruza la raya.—

—¿Quien sabe que otras cosas inapropiadas andarás haciendo fuera de nuestras miradas, pero bajo nuestras narices, como un completo descarado.—

—n'no eh hecho nada, lo prometo, solo s'salimos como cualquier pareja.—

Su madre se paró con brusquedad, acercándose hasta el chico y tomándolo de el mentón, subiendo su rostro con un agarre fuerte y hasta algo doloroso.

—ahora, vamos a arruinar la vida de ese chico, para que entienda el mensaje y que nunca más, escucha claro, nunca más... Se acerqué a tí.—

La expresión de Alador solo empeoro, mientras comenzaba a sentir un nudo a la garganta.

—Mamá, ¡no pueden!, E'el no a hecho nada malo, si lo conocieran podrían darse cuenta que—

—¿Estas diciendo que estoy equivocada?, ¿Que no puedo?, Necesitas volver a entender tu lugar pequeño malagradecido—

Con eso su padre también se levanto y se puso justo al lado de su madre, el nudo en la garganta de el castaño menor se hizo más doloroso.

—Prometiste alejarte de Darius el año pasado, fue un trato, ¿ahora eres su pareja?, Que tipo de Blight eres si no mantienes tu palabra, ni siquiera mereces el apellido.—

Justo lo que necesitaba, saber que sus padres nunca iban a estar orgullosos de el, aunque intentara ser el mejor de su clase, siempre querían más, ellos siempre se escudaban tras el "un Blights cumplen su parte de el trato" para manejarlo a donde quisieran y siempre hacerlo sentir culpable, aunque ahora solo tenía temor... Por Darius.

—vas a terminar, acabar TODO con ese chico y le vas a decir que no se van a volver a hablar o ver, si no arruinaremos su vida, comenzando por llevar a su familia a la quiebra, expulsarlo de Hexide y que el nombre de los Deamonne se olvidé en las Islas hirvientes, tu decides—

Realmente no queria soltar ni una sola lagrima frente a sus malditos padres pero... Estas corrieron por su mejilla en el más mínimo descuidó.

A este punto sabía que tratar de hacerlos cambiar de opinión no iba a funcionar, talvez iba hasta a empeorar las cosas, si eso se podía. —d'denme un tiempo, solo eso... Por favor.—
Dijo el oji ambar con la voz quebradiza.

Sus padres intercambiaron miradas entre ellos para luego volver a su hijo. —cuanto.— hablaron al unisono.

—dos semanas, aunque sea para distanciarme de el y que no le afecte tanto, de hay... Haré lo que deseen.—

Sus padres sonrieron mientras se volvían a sentar en el sillón con elegancia. —bien, dos semanas, ni un día más... Y ya tenemos pensado que hacer contigo más adelante.—

El castaño se seco sus lágrimas con seriedad mientras se levantaba y se iba de la sala hacia su habitación cabizbajo, tratando de no romper el llanto mientras caminaba.

No lo podía creer, ¿Realmente iba a dejar de hablar con Darius para siempre?, Carajo, todo era su culpa, hubiera sido más cuidadoso, hubiera tenido el coraje, hubiera...

En ese momento se lanzo contra su cama, con la cabeza en la almohada mientras su llanto de ahogaba en ella.

Talvez no habían estado saliendo desde hace tanto, pero Darius le había gustado hace mucho, años, incluso antes de gustarle, lo quería mucho, estubo alli cuando nadie más lo hizo, en las buenas y en las malas, siendo un tonto muy lindo,   no podía creer que iba a madar la relación que tanto les costo forjar a la basura y no poder hacer nada lo hacía sentir tan impotente.

Solo quería llorar, llorar una vez más y seguir llorando.

Aun con el ruido de su llanto y sollozos pudo escuchar un sonido de la notificación de penstagram, levantando la cara con dificultad para ver su pergamino.

D: se te notaba cansado, no te vayas a dormir tarde Al, ¿vale?

El solo hecho de verlo hizo que quisiera gritar en ese instante, cosa que no hizo porque sus padres seguían abajo, lo aguantó con todas sus ganas.

No podía responder siquiera, solo quería quedarse el y su miseria solos.

Hecho a llorar una vez más dejando el pergamino a su lado... Dejando a Darius sin respuesta y con leído.

"Supongo que estará ocupado" penso el moreno en su casa, admitía que eso lo preocupo un poco, cosa que jamás había hecho, pero trató de no sobre pensarlo mucho, talvez se había quedado dormido con el telefono en el rostro.

Después de todo, las cosas no iban mal, todo iba a estar bien... No tenía de que preocuparse.

Continuará...

No digan q no les advertí 🥰

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But why? - DALADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora